OAXACA, Oax. (apro).- Una veintena de agrupaciones que integran el Foro Oaxaqueño de la Niñez (Foni) exigió a las autoridades responsables de impartir justicia que se sentencie de una vez por todas al sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, quien enfrenta cargos por corrupción de menores. El Foni y ocho sacerdotes católicos denunciaron que a 19 meses de la captura del cura pederasta el juez de la causa sigue sin dictar sentencia. Por tal motivo, exigieron al presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado (TSJE), Alfredo Lagunas Rivera, que imponga la pena máxima contra Silvestre Hernández, y que se investigue a la jerarquía católica por el delito de encubrimiento. Asimismo, solicitaron evitar la revictimización y proceder a la reparación del daño y atención integral a dos de los niños cuyos derechos fueron violentados por el cura. Consideraron que la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes representa una vulneración grave a sus derechos y afecta su proceso de desarrollo físico, psicológico y emocional, y cuando se comete en contextos rurales e indígenas adquiere proporciones mayores, por lo que es necesario que el Estado, tal como se ha comprometido con organismos internacionales, garantice su protección y desarrollo. De igual manera, pidieron que el gobierno estatal investigue y sancione las demás violaciones cometidas en contra de niñas, niños y adolescentes por integrantes de la Iglesia católica y otras entidades religiosas, así como en espacios familiares, comunitarios y escolares. A través de un pronunciamiento público, suscrito entre otras organizaciones por la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes, Fundación de la Mano con la Justicia, Iniciativas para el Desarrollo de la Mujer Oaxaqueña, Asesoría Integral y Litigios Estratégicos a Pueblos Originarios, criticaron que no se haya dictado sentencia contra el cura pederasta, a 19 meses de que fue detenido por elementos de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE). El documento destaca la gravedad del caso, ya que desde 2006 se realizó el primer señalamiento hacia Silvestre Hernández por violencia sexual contra dos niños en Villa Alta. Posteriormente fue removido a Camotlán, donde se presume que hay cerca de 45 víctimas del pederasta. Las agresiones se repitieron en San Juan y Santa María Ozolotepec. El pronunciamiento está firmado Alberto Athié, excura y activista, y los sacerdotes Jorge Pérez García, Miguel Ángel Morelos García, Guillermo Velázquez Gordillo, Leoncio Hernández, Juan Ruiz Carreño, Sergio Herrera Arias, Juan Antonio Martínez y Manuel Arias Montes.