Se encona la guerra intestina en la Cruz Azul

domingo, 16 de agosto de 2015 · 06:20
Las luchas de poder en la cooperativa del Cruz Azul volvieron a agitar a una de las instituciones más reconocidas del futbol nacional. Un grupo de directivos y socios se levantó contra Billy Álvarez, sempiterno director de la institución, y mediante tácticas torcidas busca orillarlo a renunciar. Así, los detractores han infiltrado porras del club, le han hecho el vacío, han repudiado sus ideas y lo han bombardeado con demandas. Incluso gente cercana al gobierno federal ha movido sus piezas para repartirse el millonario pastel que representa el club. MÉXICO, D.F. (Proceso).- Luego de 28 años en el poder, Guillermo Billy Álvarez, presidente de la Cooperativa La Cruz Azul, S.C.L., enfrenta la posibilidad real de ser expulsado. Con su autoridad rebasada y en un momento sumamente tenso, el veterano dirigente enfrenta al Consejo de socios cooperativistas que antes lo adulaba y ahora, en pie de lucha, está decidido a apoderarse de esta organización. El escándalo de la cooperativa estalló en febrero de 2010 entre el responsable de la referida sociedad y el depuesto Consejo de Administración, que encabezaba Armando Valverde Talango. Ese problema implicó una serie de denuncias contra la gestión de Álvarez, también presidente del club de futbol Cruz Azul, por los delitos de fraude, evasión fiscal, corrupción, pagos de servicios profesionales inexistentes y lavado de dinero. Desde entonces, Billy Álvarez concentró su atención y buena parte de los recursos de la cooperativa en su defensa jurídica. Contrató, por ejemplo, un grupo de abogados, en el que figuraban el excandidato presidencial panista Diego Fernández de Cevallos, el expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación David Genaro Góngora Pimentel, y Ángel Martín Junquera. Debido a esto, mandos altos y medios de la cementera organizaron un movimiento dispuesto a terminar con la prolongada gestión de Álvarez, amparados en la Ley General de Sociedades Cooperativas, que reconoce como su máxima autoridad al Consejo de Administración. De acuerdo con documentos y testimonios recogidos entre los socios y trabajadores de la cooperativa, los titulares de los consejos de Administración y de Vigilancia, Raúl Antonio Enríquez López y José Antonio Marín Gutiérrez, respectivamente; el director de Producción, Juan Oviedo, y el director jurídico, Miguel Eduardo Borrell, encabezan la facción disidente. El elegido de ese grupo para sustituir a Álvarez es Víctor Velázquez Rangel, alguien que concita enormes resquemores entre los partidarios del actual presidente: se asegura que previamente traicionó al hermano de Billy –Alfredo Álvarez– para quedarse con su cargo: director de Comercialización. Como sea, Velázquez es hombre de todas las confianzas del director de Producción, Juan Oviedo, quien controla toda la distribución del cemento. En este contexto, Raúl Antonio Enríquez López, José Antonio Marín Gutiérrez y el propio Guillermo Álvarez constituyeron el 29 de julio de 2011 la asociación civil Cruz Azul Futbol Club (FC), que reemplazaría a Club Deportivo Social y Cultural, A. C. –el nombre oficial que tenía el equipo profesional de futbol–, también presidido por Billy Álvarez. Las personas que figuran como socios fundadores y dueños actuales de Cruz Azul FC son los titulares del Consejo de Administración y de Vigilancia, así como Guillermo Álvarez Cuevas, en calidad de presidente, asesorados por el abogado Juan Carlos Duffour Borrell, sobrino del director jurídico de la cooperativa, Miguel Eduardo Borrell. No obstante, la presencia de Duffour Borrell despierta dudas acerca de un probable conflicto de intereses, ya que también labora para el despacho Junquera y Forcada, S.C., que a través de sus múltiples empresas, todas con el mismo domicilio fiscal –en la colonia Insurgentes San Borja–, ha cobrado a la cooperativa más de 500 millones de pesos. El 1 de diciembre de 2011, Álvarez Cuevas, en su carácter de presidente del Club Deportivo Social y Cultural, A.C., firmó un contrato de cesión de marca con el recién conformado Cruz Azul FC, A.C., por el cual la primera cedió a la segunda, onerosamente, todos los derechos en relación con los signos distintivos de la marca Cruz Azul, además del inmueble sede del equipo, ubicado en La Noria, delegación Xochimilco de la Ciudad de México. Sin embargo, un juez declaró la inexistencia jurídica de Cruz Azul FC, A.C. Ahora, por sentencia del Juzgado Primero de Distrito, el Consejo de Administración y el Consejo de Vigilancia están obligados a devolver la marca. Pero se niegan a regresarla por recomendación del despacho Junquera y Forcada, S. C., que promovió el esquema para crear Cruz Azul FC con el objetivo de lograr beneficios fiscales. Se estima que la marca genera alrededor de 500 millones de pesos anuales por concepto de venta de playeras y derechos de televisión, que ahora paga Televisa. El frente deportivo El exfutbolista Carlos Hermosillo, quien vio truncada sus aspiraciones como servidor público tras ser destituido como director general de la Conade en el sexenio de Felipe Calderón, emprendió una ofensiva contra el presidente del Cruz Azul y director general de la Cooperativa La Cruz Azul, S. C. L. por la larga sequía de títulos del equipo, que no gana la liga desde 1997. En marzo pasado, Hermosillo dijo que Billy Álvarez debe “hacerse a un lado”. Dos meses después el delantero arreció sus críticas al exigirle a Álvarez que dejara al Cruz Azul, “y desligarse por total de nuestro querido equipo”. Inconforme con la contratación del entrenador Sergio Bueno, Hermosillo anunció su distanciamiento del club. El abogado defensor, Eugenio Olvera, cuestiona el repentino comportamiento del legendario futbolista, a quien acusa de haber pactado la andanada de reprobaciones contra Billy Álvarez con el director de Producción de la cooperativa, Juan Oviedo, a cambio de recibir la Dirección Deportiva del conjunto tan pronto como se hagan con el control del club. Olvera, quien en redes sociales protagonizó una discusión con el exgoleador por las causas referidas, asegura tener evidencias del encuentro que sostuvieron Oviedo y Hermosillo en el puerto de Veracruz, donde supuestamente acordaron los ataques contra el director general de la cooperativa. Esta historia de presuntas traiciones no concluye ahí. Ferro es un cooperativista, aficionado al Cruz Azul, que integra la porra La Sangre Azul y que atestiguó un episodio turbio el martes 4. En entrevista, Ferro relata que minutos antes de iniciar el juego de la Copa Mx entre Cruz Azul y Venados (equipo de la Liga Ascenso Mx), se estacionó frente a la entrada principal del estadio Azul una camioneta Suburban negra, de la que bajó un hombre moreno vestido con traje oscuro. Era de baja estatura y su edad rondaba los 60 años. El hombre procedió a garantizar el acceso libre al estadio a todos los animadores, con una sola condición: esta vez la porra se ubicaría detrás de las bancas de los equipos, junto al palco de Guillermo Álvarez. “Este sujeto nos dijo que nos sentarían en un lugar diferente y que una persona nos guiaría al sitio indicado. También nos compartió su sentir: ‘Si quieren ver nuevamente campeón a Cruz Azul tiene que irse Billy’. La orden fue: ‘Sólo griten e insulten a Guillermo Álvarez y al entrenador del equipo’, Sergio Bueno, pero también nos pidió hacer desmanes e invadir la cancha, pues insistía: ‘Vendrá algo mejor para ustedes’.” Ferro confirma que la porra pretendía invadir la cancha, pero que la acción se frustró tras la aparición de elementos de seguridad cinco minutos después de que los seguidores lanzaran insultos y consignas contra Álvarez y el director técnico. De hecho, el entrevistado expresa que en los últimos meses el grupo contrario a Álvarez infiltró a personas en La Sangre Azul. “El problema es que uno ya no puede controlar a tanta gente, menos si son personas nuevas o desconocidas. Hay malestar contra Billy y estas personas ajenas a la porra están aprovechando la circunstancia. El abogado Eugenio Olvera resume: “Se trata de acciones destinadas a desgastar la figura del presidente del club. Es una conspiración”. Tensión en la cúspide El hecho que detonó la fase más reciente de la pugna sucedió el pasado 25 de abril, durante una asamblea de la cooperativa: los detractores de Álvarez propusieron quitarle a Billy el cargo de presidente de debates para que lo ocupara el presidente del Consejo de Vigilancia, José Antonio Marín. Socios cooperativistas testigos del jaloneo cuentan que los opositores intentaron, a toda costa, evidenciar los malos manejos del director general. Sin embargo, el único momento en el que Álvarez se vio en una situación vulnerable fue cuando dio a conocer una carta de intención del socio inversor Jorge Nacer, propietario de la Universidad ICEL y del periódico El Economista, para crear una nueva empresa. El proyecto, detalla Olvera, busca integrar a un socio inversionista que termine con las mañas y la corrupción padecida en la distribución del cemento durante 70 años. “El plan involucra la participación directa en la creación de una sociedad anónima y con un capital mayoritario por parte de los socios de la cooperativa. ¿A cambio de qué? Que esa sociedad anónima se encargue de la distribución del cemento, con una importante inyección de capital. “Hablamos de 3 mil 800 millones de dólares, que desde el punto de vista financiero sería una magnífica oportunidad de la cooperativa para enfrentar a la competencia. No existe la figura jurídica de venta de la cooperativa. En todo caso lo que puede ocurrir es su disolución, a través de la votación de sus socios y la liquidación de sus aportaciones”, abunda Olvera. De acuerdo con el abogado, la oposición intentó persuadir a los socios de que en realidad la propuesta es un mal proyecto, sólo para golpear al director general. En total, 15 socios opinaron sobre la oferta que finalmente quedó como punto discutido y no aprobado. “Si le explicaran a cada socio de forma personalizada en qué consiste el proyecto, difícilmente alguien podrá negarse”, plantea Olvera. El litigante detalla: la creación de un nuevo consejo de administración dentro de esa sociedad anónima pondrá en evidencia la ineptitud y negligencia de los actuales consejeros y de todos los mandos medios, ya que sólo tendrían acceso personas realmente capacitadas. El abogado denuncia la turbia maniobra en contra de Álvarez: “(Sus rivales) se han dedicado a hacerlo parecer como el único responsable de todo. Sí hay un solo responsable, pero hay muchos culpables. Actualmente el que está poniendo en la barandilla de la desgracia a Guillermo Álvarez es el director jurídico, Miguel Eduardo Borrell, quien ya le dio la espalda. Lo que tenemos claro es un mapa de traición anunciado”. –¿Qué escenario se vislumbra en torno al futuro de la cooperativa? –se le pregunta. –Estamos en una paz ficticia, en una tregua disimulada. Sin embargo, está a todo vapor una lucha real por controlar todos los vacíos de poder, pero también existe una opción: que Guillermo Álvarez, haciendo uso de su popularidad con el resto de los socios de la cooperativa, ponga orden en la próxima asamblea y exhiba los actos de estos personajes. De esa manera daría las condiciones propicias para una verdadera transición en la cooperativa. –¿Qué tanto se ha debilitado la figura de Guillermo Álvarez? –A pesar de todo, todavía tiene 80% del apoyo de los socios. (Sus detractores) quieren presionarlo de tal manera para que él decida irse, y no a través de una asamblea. A los actos más representativos lo boicotean y mandan a otras personas. El caso más reciente fue durante el Día de la Santa Cruz, donde enviaron a Víctor Velázquez al estadio Azul. Por vez primera no estuvo Álvarez. Olvera denuncia un contubernio entre Miguel Borrell y Ángel Junquera, quien se ufana de ser amigo de la procuradora general de la República, Arely Gómez, y el que mayor provecho ha sacado del conflicto, ya que una vez que concluye un asunto legal “vuelve a aparecer para crear una zozobra que le reditúe pago de honorarios. En el hecho más reciente recomendó a Excel Tecnichal Services, S. A. de C. V., un despacho dedicado a la asesoría fiscal, cuyo propietario es Gerardo Rejón Ruiz de Velasco. Esa empresa cobró a la cooperativa 275 millones de pesos por asesoría fiscal”. Ruiz de Velasco, acusa Olvera, fue presidente de Enlace Empresarial del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Su función, señala, fue conseguir donaciones de la iniciativa privada para la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.

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