Ex Machina: Cuando los robots con conciencia nos alcancen

lunes, 17 de agosto de 2015 · 22:00
MÉXICO, D.F. (apro).- Si uno revisa la sección de tecnología de los periódicos de los últimos ocho meses, descubrirá que cada vez existen más y más artículos sobre robots, inteligencia artificial y ética. ¿Qué es lo que está pasando? Que los androides con los que soñaba Isaac Asimov están a la vuelta de la esquina, o al menos eso pareciera. En este contexto aparece la cinta Ex Machina (Reino Unido, 2015), dirigida por Alex Garland, una cinta impactante, emotiva y extraordinaria que nos confronta con los adelantos tecnológicos que estamos viviendo; la inteligencia artificial y los robots están aquí, y por lo visto existe la capacidad tecnológica para desarrollar máquinas que prácticamente “convivan” con nosotros, como si estuviéramos en una cinta de ciencia ficción. La cinta trata sobre un programador llamado Caleb (Domnall Gleeson), quien trabaja para una poderosa empresa de tecnología: Bluebook, el motor de búsqueda más importante de internet. Caleb gana un concurso para un proyecto especial: Realizar una Prueba de Touring a un androide que pertenece al dueño de la compañía para la que trabaja, un genio llamado Nathan (Oscar Isaac). ¿Qué es una Prueba de Touring? Es un examen que se aplica a una máquina para determinar si su comportamiento es similar o indistinguible de un ser humano. En este caso, Caleb es contratado para realizarlo a una hermosa robot llamada Ava (Alicia Vikander). Los diálogos entre los tres personajes son extraordinarios para quien guste de conversaciones filosóficas y existenciales: versan sobre la sexualidad, el lenguaje, la muerte, el sentido de la vida… ¿Qué es la conciencia?, ¿cómo se relaciona con nuestro aprendizaje?, ¿qué nos hace humanos?, son algunas de las preguntas que podemos encontrar… pero la cinta va más allá: si somos capaces de crear un robot con conciencia, ¿qué pasará con nosotros? ¿Somos dioses? ¿Somos una especie en peligro de extinción? La película tiene una enorme cantidad de diálogo, y la estupenda realización de Garland nos mantiene pegados a nuestro asiento. La confrontación con Ava coloca a los personajes humanos en una situación desesperada donde el miedo, la frustración y el enojo comienzan a emerger… Y es que toda cinta de ciencia ficción nos dice que la tecnología tiene un componente peligroso, ¿o el peligro somos nosotros?

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