MÉXICO, D.F., (apro).- Justo cuando se le iniciaba un juicio eclesiástico por actos de pederastia, el exnuncio en República Dominicana, Jozef Wesolowski, fue hallado muerto este viernes en su habitación de la residencia de los Jardines Vaticanos. Según la versión de la Santa Sede, un religioso franciscano que habita en el Colegio de los Penitenciarios, en los mismos Jardines Vaticanos, encontró a las 5 de la madrugada el cuerpo sin vida del religioso, sentado en un sillón frente a la televisión encendida. A través de un comunicado, el Vaticano informó que “en las primeras horas de esta mañana ha sido encontrado muerto en su habitación en el Vaticano monseñor Jozef Wesoloski, exnuncio apostólico”, y que “inmediatamente ha intervenido la autoridad vaticana para llevar a cabo las primeras verificaciones, las cuales indican que la muerte es debido a causas naturales”. No obstante, destacó que el promotor de Justicia (fiscal) “ha ordenado la autopsia, que será efectuada hoy mismo y cuyos resultados serán comunicados cuando sea posible”. El escueto comunicado concluye que el Papa Francisco “ha sido informado de todo”. En septiembre de 2013, a Wesolowski se le descubrieron en su computadora 87 mil fotografías de pornografía infantil y decenas de videos de menores de edad realizando actos sexuales. Las imágenes eran tomadas por el propio nuncio apostólico, quien además fue denunciado por las propias víctimas ante la policía de República Dominicana. Al parecer, el entonces nuncio pertenecía al llamado ´lobby gay´ de la curia romana, con la que compartía las fotografías de pornografía infantil y, además, en su natal Polonia organizaba orgías con niños dominicanos a los que se llevaba hasta allá. Justo cuando la policía estaba a punto de aprehender al nuncio, el Papa Francisco maniobró para que lo sacaran de incógnito de territorio dominicano y se lo llevaran al Vaticano. Algunos observadores han señalado que esta maniobra de Jorge Bergoglio atentó contra la normatividad del derecho internacional, por proteger a un delincuente y sustraerlo de la justicia civil del país donde delinquió. El caso Wesolowski ha sido, hasta el momento, la gran mancha en el pontificado del Papa Francisco. Ya con Wesolowski en el Vaticano, quien por cierto solía pasear impunemente por las calles de Roma, la Santa Sede anunció que lo sometería a juicio eclesiástico. El proceso inició el pasado 11 de julio, pero el exnuncio no se presentó. El promotor de Justicia, Gian Piero Milano, comunicó que la ausencia se debió a que Wesolowski estaba hospitalizado, un hecho que desconocía su mismo abogado de oficio, Antonello Blasi. El presidente del tribunal eclesiástico, Giuseppe Dalla Torre, pidió entonces la suspensión del proceso hasta que el imputado pudiera comparecer. El juicio había despertado gran expectación a nivel internacional, sobre todo porque se esperaba que, durante el proceso, Wesolowski denunciara a los altos jerarcas vaticanos implicados en la compleja red de pornografía infantil. Pero ahora, con su repentina muerte, el controvertido caso Wesolowski es, al parecer, un caso cerrado.