MÉXICO, D.F. (apro).- La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) no ha establecido ningún contacto en Bogotá, Colombia, con la familia de Milena Virginia Martín --una de las cinco víctimas del multihomicidio de la colonia Narvarte-- para obtener información que sostenga o descarte su línea de investigación por supuesto robo de droga. “Nadie de las autoridades ha venido ni ha llamado para pedirnos información sobre ella. Todo el contacto se ha hecho a través de la Cancillería, pero sólo fue para recuperar su cuerpo”, dice Freddy Martín, uno de sus hermanos. En entrevista con apro, reprocha que a casi dos meses del crimen, la dependencia que dirige Rodolfo Ríos Garza continúa sin tener claridad sobre el motivo por el que fueron asesinadas su hermana, así como Nadia Vera, Alejandra Negrete, Yesenia Alfaro y Rubén Espinosa el pasado 31 de julio en el departamento de la calle Luz Saviñón. “En cambio, todos los días sale información diferente que se filtra sobre ella, los detenidos dicen cosas contradictorias, la autoridad no esclarece qué pasó, nadie cuenta la verdad y siguen manchando la imagen de nuestra hermana”, lamenta Freddy. De hecho, cuenta que el cuerpo de Milena llegó a Bogotá “en estado deplorable, en descomposición, no estaba embalsamado, fue terrible. A ella siempre le gustaba andar bien arreglada, bien linda. La queríamos vestir para el velorio, pero ya no pudimos hacerlo por eso”. Incluso, el personal forense que le practicó la necropsia no le dejó los implantes que la joven tenía en diferentes partes de su cuerpo ni lo preparó físicamente para soportar el vuelo de alrededor de seis horas del DF a Bogotá. A través de la organización Me Muevo por Colombia, integrada por colombianos residentes en el DF y su interacción con el consulado de ese país sudamericano, la familia de Milena estableció contacto con la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), a quienes autorizó para fungir como coadyuvantes en la investigación de la PGJDF. “Ellos nos van a colaborar para que se investigue la muerte de nuestra hermana y se esclarezcan los hechos porque hasta ahora no había quién la defendiera y por eso se han dicho tantas cosas malas de ella”, explica el familiar de la joven colombiana. Karla Micheel Salas y David Peña, integrantes de esta agrupación también representan a la familia de la activista Nadia Vera Pérez. En su edición 2028, la revista Proceso publicó una serie de observaciones que, según la coadyuvancia, la PGJDF no ha realizado para tener información que ayude a comprobar o desechar las acusaciones contra Milena. “Fue a México a buscarse la vida” Desde niña, Milena Virginia Martín fue siempre “muy alegre, a toda hora reía, bailaba, era muy extrovertida, le gustaba mucho la vida”, recuerda Freddy entre palabras pausadas que aún muestran el dolor por su partida. De familia humilde, sólo alcanzó a estudiar la primaria y la secundaria en la capital colombiana y al terminar, comenzó a buscar trabajo en salones de belleza. “Quería ser estilista, le gustaba mucho andar siempre bien arreglada y soñaba con salir adelante, tener su propia casa, hacerse de sus propias cosas con base en su trabajo”, detalla su familiar. La última Navidad que compartió con su familia fue la de 2012, aunque fue una noche triste pues recientemente había fallecido su madre y todos estaban muy afectados. Poco a poco, Milena encontró trabajo de modelo en campañas publicitarias hasta que pensó que en México tendría mejores oportunidades de trabajo. Según su hermano, en territorio mexicano no tenía ningún conocido o familiar que la recibiera, pero aún así, “se fue a buscar la vida”. Ya en la Ciudad de México, Milena se comunicaba todos los días vía WhatsApp con Larry, otro de sus hermanos, aunque solía contarle poco de su vida acá. “Era muy trabajadora, le colaboraba a mi mamita con plata y a uno de mis hermanos, pero no eran cantidades exorbitantes, era poco lo que ella podía mandar”. El domingo 2 de agosto, dos días después del multihomicidio en la colonia Narvarte y cuando las protestas ya estaban al rojo vivo, un amigo de Milena vio a través de Facebook una foto de ella con la que se pedía información para localizar a sus familiares. De inmediato, el amigo avisó a la familia Martín. Sin poder creerlo ni encontrar una explicación razonable de la supuesta muerte de su hermana, se comunicaron a la Cancillería colombiana y fue a través de ésta, y mediante fotografías --pues no tenían dinero para viajar a México--, que identificaron el cuerpo de Milena. Fue la misma cancillería quien los apoyó para el traslado del cuerpo días después y sin ningún costo. El estado físico en el que lo recibieron fue terrible, pero fue peor cuando comenzaron a enterarse del manejo de la información en algunos medios de comunicación mexicanos que la señalaban como delincuente. “Nosotros no creemos que nuestra hermana haya estado metida en eso que dicen. Son mentiras, nada de droga, nosotros somos una familia humilde”, asegura Freddy. Por eso, agrega, “hacemos esto de denunciar, queremos que se investigue la muerte de nuestra hermana”. Su solicitud es muy clara: “Pedimos a la Procuraduría que se esclarezcan los hechos, que cuenten la verdad, que dejen de dar información falsa contra nuestra hermana, ella no era mala. A ella ya la asesinaron, ya murió, queremos limpiar su imagen”.