Hotel Transylvania 2: Una promesa insípida

martes, 29 de septiembre de 2015 · 13:28
MÉXICO, D.F.(apro).- Dirigida por Genndy Tartakovsky, la cinta Hotel Transilvania 2 (Hotel Transylvania 2, E.U., 2015) es una cinta un poco decepcionante. Tiene un buen comienzo y un buen desarrollo, es bastante divertida y por momentos conmueve; desgraciadamente, se cae de manera drástica al mero final. La historia comienza con Jonathan y Mavis casándose y posteriormente, dando a luz a un hermoso bebé llamado Dennis. El pequeño crece sin problemas en un mundo de monstruos; un tanto sobre protegido por su madre y muy consentido por el abuelo, el famoso conde Drácula, quien desea que a su nieto pelirrojo de pelo rizado, le salgan sus colmillos de vampiro. El problema radica en que nadie sabe si será vampiro o no. Para eso deberán esperar a su cumpleaños número cinco: si en esa fecha no “se transforma” ya no será nunca un vampiro, sino un “niño normal”. Mavis está preocupado por el asunto pues, por un lado, no quiere que su padre presione a su hijo para que se convierta en algo que probablemente no sea. Y por otro, si su pequeño es un humano, no quiere que se sienta como un freek como le pasó a ella en su mundo de monstruos. Hay que recordar que ella deseaba conocer el ambiente de los humanos y se sentía ajena al suyo propio. Si el pequeño no es un vampiro, Mavis se lo llevará a California, la tierra natal de Jonathan, para que crezca como un humano normal. Así pues, Drácula hará lo posible para que su nieto encuentre a su monstruo interno, lo que puede poner en riesgo la relación con su hija. El supuesto inicial de Hotel Transilvania 2 es interesante, pues gira en torno a la aceptación: Mavis es un monstruo que anhela estar en contacto con los humanos, contrario a Jonathan quien no se halla en el mundo normal. Así pues, el conde Drácula no desea que su nieto sea humano, sino que sueña con el momento en que sea un vampiro más del clan Drácula. Mientras lo anterior ocurre, se plantean algunos cuestionamientos sobre la normalidad. El problema es que parece que a la cinta se le acabó el tiempo para contarnos la historia y tuvieron que terminar de manera abrupta: los conflictos internos de los personajes se quedan a medias o nunca llegan a evolucionar del todo. Es una lástima, porque la primer entrega era una muy buena cinta, por lo que podíamos esperar una calidad similar en esta. Hotel Transilvania 2 no es para tirarse a la basura del todo, pero termina dejándonos un muy mal sabor de boca.

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