MÉXICO, D.F. (apro).- La tensión entre palestinos y soldados israelíes se incrementó hoy en la franja de Gaza y los territorios palestinos ocupados: protestas en Cisjordania, Jerusalén Este y Gaza degeneraron en enfrentamientos, en los que cuatro palestinos perdieron la vida y decenas resultaron heridos. A petición de Jordania se reunió de emergencia el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cuyos integrantes reiteraron el repudio a los actos de violencia. Previo al arranque de la reunión, Danny Danon, el embajador de Israel ante la ONU, desvió la responsabilidad de la violencia a la parte palestina, a la que acusó de incitar los enfrentamientos. Después de dos semanas de incesantes choques entre palestinos e israelíes en los territorios ocupados y Gaza –en los que ya murieron 37 palestinos y siete israelíes, además de centenares de heridos--, grupos palestinos proclamaron este viernes 16 como “Día de la Ira”. [gallery type="rectangular" ids="418358,418357,418356,418355,418354"] Lo anterior en reacción a la prohibición del acceso a la explanada de las mezquitas a hombres menores de 40 años, que decretó ayer la policía israelí. Durante la semana, el gobierno de Benjamín Netanyahu adoptó una serie de medidas de seguridad en los territorios ocupados, que tensaron una situación ya explosiva. Así, reforzó la presencia militar en Jerusalén y en las vecindades árabes, multiplicó los retenes en las carreteras, restringió los movimientos de los palestinos en Cisjordania y anunció que destruirá las viviendas de las personas sospechadas de cubrir ataques contra Israel. “La persistencia de la ocupación y las cada vez más reducidas perspectivas para los palestinos de acceder a un estatuto de Estado convirtieron en rabia el enojo que hervía desde hace mucho tiempo”, planteó ante el Consejo de Seguridad Tayé Brook Zerihoun, secretario para los asuntos políticos de Ban Ki Moon, secretario general de la ONU. Más temprano en el día, un grupo atacó con bombas molotov la Tumba de Josef, un sitio religioso judío ubicado en una zona palestina de Naplusa. Pese a que las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina replegaron los protestantes, las corrientes de ultraderecha israelíes llamaron a represalias. Ban Ki Moon emitió un comunicado en el que denunció los actos contra sitios sagrados, que calificó de “acciones incendiarias” que intentan transformar la situación actual en un “conflicto religioso”. En la colonia de Kiryat Arba un hombre disfrazado de periodista acuchilló a un soldado israelí y posteriormente fue abatido. En Gaza, el ejército israelí disparó sobre las centenas de manifestantes que protestaban en las orillas del muro erigido para aislar la franja del territorio israelí, matando a dos de ellos.