Alcalde de Guadalajara critica a medios y defiende a jefe policiaco

jueves, 22 de octubre de 2015 · 14:01
GUADALAJARA, Jal. (apro).- El alcalde Enrique Alfaro Ramírez tomó protesta esta mañana al nuevo titular de la Comisaría de Seguridad Pública en el municipio, Salvador Caro Cabrera, en medio de la polémica surgida después de darse a conocer que el nuevo funcionario supuestamente reprobó las pruebas del polígrafo y psicológicas aplicadas por la Federación y por el estado. En el salón Expresidentes del Palacio Municipal de esta capital, Alfaro hizo una rápida presentación de Caro ante representantes de los medios de comunicación, a quienes no se permitió una sola pregunta. El alcalde instruyó al nuevo comisario de Seguridad Pública para que entregue cuentas en un plazo de 30 días, para recuperar equipamiento, sobre todo patrullas, a fin de que los elementos de la corporación puedan hacer labores de vigilancia. De igual manera, dijo, deberá dar apoyo para la instrumentación del proyecto del nuevo polígono del Centro Histórico y los 100 primeros días de la administración. Alfaro no dejó pasar su molestia por la “calumnia” de que Caro Cabrera no pasó los exámenes de control y confianza. “En esta ciudad todos estamos a prueba, todos tenemos que corregir lo que no hacemos correctamente, todos debemos de ser capaces de aceptar los errores que cometemos. Yo quiero invitarlos a que reflexionen. Lo que algunos hicieron con este tema, no se vale. Calumniar, citar información imprecisa de fuentes confiables sin ninguna evidencia, es un acto de irresponsabilidad, por donde se le quiera ver”, subrayó. Y lanzó: “Si Salvador Caro no hubiera aprobado los exámenes de control y confianza, no hubiera rendido protesta como comisario. Los resultados de los procesos de evaluación son confidenciales y reservados para efectos de la ley”. La toma de protesta del comisario se da en momentos en que la Fiscalía General del estado (FGE) confirmó la existencia de una lista de 238 integrantes de esa institución que han sido dados de baja, precisamente por no acreditar exámenes de confianza o bien porque se les comprobó abuso de autoridad e incluso tortura.

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