MÉXICO, DF (apro).- Una semana después de los atentados en París, que dejaron 131 muertos, los ministros del Interior y de Justicia de los países miembros de la Unión Europea (UE) acordaron endurecer los controles en las fronteras exteriores de la zona Schengen. En los últimos siete días, varios países europeos, entre ellos Alemania, Austria, República Checa y Eslovaquia, se colgaron de los ataques en París para insistir en el control de sus fronteras ante la llegada de 800 mil refugiados que este año huyeron de la guerra en Siria e Iraq y arribaron a las costas griegas. Por su parte, el recién electo presidente de Polonia, Andrsej Duda, advirtió que no aceptará a los 7 mil 500 refugiados que su antecesor, el liberal Bronislaw Komorowski, se comprometió a hospedar. Y varios partidos de derecha y de ultraderecha europeos ejercen una fuerte presión en sus países para impedir el ingreso de los musulmanes. Según un sondeo difundido hoy por el periódico británico ‘The Guardian’, 44% de los británicos y 48% de los estadunidenses quieren que sus gobiernos cierren las fronteras a los refugiados. Ayer, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó por amplia mayoría la propuesta que endurece los requisitos de acceso para los refugiados de Siria e Irak a ese país. Con esa ley, un migrante deberá contar con la anuencia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) antes de conseguir el estatuto de refugiado. Y más: el aspirante a la candidatura presidencial republicana Donald Trump apoyó ayer la creación de una base de datos obligatoria que serviría para ubicar a los musulmanes en Estados Unidos, en una nueva escalada de las reacciones a los cruentos atentados en París. “Sin duda yo pondría en marcha esa medida. Absolutamente”, declaró Trump a un reportero de NBC News, según un video difundido en MSNBC.com. No fue el único: David Bowers, el alcalde demócrata de la pequeña ciudad de Roanote, en el estado de Virginia, dijo que el gobierno estadunidense debería internar a los refugiados sirios en campos similares a los que fueron enviados los ciudadanos japoneses durante la segunda guerra mundial. Este viernes el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) reprobó las “restricciones establecidas por los gobiernos contra los movimientos de refugiados e inmigrantes que viajan hacia el norte de Europa desde Grecia a través de los Balcanes occidentales”. Esas medidas, puntualizó, incluyen “el establecimiento de perfiles con base en la nacionalidad”, que es contrario a los principios “humanitarios y legales, y también en cuanto a la seguridad”. Además, agregó, dejan en el limbo a los que quedan varados en diferentes puntos fronterizos. Con la avanzada del invierno sobre el continente europeo, dijo, “empiezan a caer las temperaturas” y existe una “escasez de espacios de acogida”. La combinación de ambos factores podría tener consecuencias dramáticas para los migrantes en tránsito, advirtió. “Es necesario reforzar de manera urgente la capacidad de recepción en los puntos de entrada para permitir una acogida decente y eficaz que cumpla con los requisitos mínimos para la protección de menores”, urgió el ACNUR, y destacó que mientras las autoridades no asuman plenamente la recepción de los refugiados, “los únicos que tendrán el control de la situación serán las redes de tráfico de seres humanos”. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) también repudió las medidas impulsadas para detener el flujo de refugiados, que según el organismo tienen más que ver “con el miedo y la xenofobia contra los musulmanes en Europa y Estados Unidos que con el horror de París”. El OSDH, conformado por opositores a Bachar al-Asad radicados en Londres, lamentó que al adoptar una actitud hostil contra los refugiados, los países europeos hacen el juego al Estado Islámico, cuya supervivencia depende en parte de que la población civil permanezca en su territorio y siga sus reglas totalitarias. Y planteó que “no existe nada creíble” que vincule los atentados en París con los refugiados. “Todos los atacantes identificados eran europeos (y contaban) con un historial criminal en Europa”, sostuvo.