MÉXICO, DF (apro).- Al llegar al Centro Cultural de España de la Ciudad de México (CCEMX), ubicado en el Centro Histórico, el público se encuentra con un reto: realizar el maratón de ver cuatro obras teatrales en tan sólo 100 minutos durante la tarde-noche del fin de semana. Las opciones del maratón son diversas en tema, autor, dirección escénica, elenco y espacio de representación, de tal manera que el público pasa de una propuesta a otra consecutivamente. Es decir, que los espectadores podrían vivir el miedo, después la alegría, luego la ira y, al término, la tristeza en un periodo muy compacto de tiempo. Se trata de las obras El fan, de Alberto García Martín; Un lobo feroz (que no te cuenten cuentos), de Clement Rodríguez; Contrasentido, de Miguel Ángel González; y Happy, una historia real, también de este último autor. La primera es un drama sobre la obsesión humana dispuesta a rebasar los límites hasta tirar las propias razones de existir. Es una puesta de Aleyda Gallardo con los actores Leonardo Albarrán, Rodrigo Magaña y David Ponce. Un lobo feroz (que no te cuenten cuentos) consiste en una adaptación cómica del cuento popular infantil Caperucita Roja, cuyo elenco está conformado por Claudia Godínez y Rebeca Gucón junto a Irina Máximo y Samadhi Zendejas. En la pieza Contrasentido el público asiste a una tragedia familiar por la pérdida de uno de sus integrantes. Actuada por su autor, Miguel Ángel González, el monólogo formula una pregunta al aire ¿quién está realmente ausente al morir un ser querido?. Y, por último, el montaje de Happy, una historia real, aborda los casos de unos jóvenes iraníes enjuiciados por las leyes musulmanas al haber grabado y compartido en la red social Facebook un videoclip casero de la famosa canción “Happy”, del estadunidense Pharrel Williams, en el que la indumentaria tradicional islámica había sido transgredida. La recreación del juicio la llevaron a cabo los actores Ilse Ikeda, Alan Slim y Carlos Speitzer. El maratón teatral al que convoca Microteatro México en el CCEMX es posible debido a un formato de obras compactas no mayores a 15 minutos, para 15 espectadores --como máximo-- y representadas en habitaciones de 15 metros 2 (sic), que surgió en Madrid, España, en 2009, y llegó a la Ciudad de México en abril de 2013 (Proceso, 1901). La propuesta de formato es un original de Miguel Alcantud, quien al conseguir un viejo inmueble, que años atrás había operado como prostíbulo, en el Centro Histórico de la capital española, realizó el proyecto Por dinero junto a otros 50 artistas. Este proyecto planteó el reto de crear obras teatrales exprés de aquellas características en torno al tema de la prostitución para ser representadas en las habitaciones de aquel antiguo edificio. A decir en el portal de internet de Microteatro España, el proyecto fue un éxito de público. El formato exportado a México ha tenido productores en el Distrito Federal, Guadalajara, Puebla y Veracruz. Mientras que el original de Alcantud es monotemático, en la versión mexicana se presentan al público diversos temas en una misma jornada nocturna para vivir al extremo las emociones.