MÉXICO, DF (apro).- Al tiempo que legisladores de las Comisiones Unidas de Cultura, Radio, Televisión y Cinematografía, así como de Estudios Legislativos, aprobaron el dictamen de creación de la Secretaría de Cultura, afuera del Senado integrantes de sindicatos del INBA e INAH siguieron mostrando su repudio a la propuesta. El mediodía de hoy el dictamen que les turnó la Cámara de Diputados a los senadores fue aprobado sin mayor modificación y enviado para su votación en el pleno; estuvieron presentes en la mesa principal Blanca Alcalá, presidenta de la Comisión de Cultura; Javier Lozano Alarcón, Zoé Robledo Aburto y Gerardo Sánchez García. Esto luego de que ayer se pospusiera la sesión debido a falta de quórum. Si el pleno del Senado aprueba la minuta, se haría oficial la ley al ser publicada en el Diario Oficial de la Federación antes de que culmine el año. La oposición de miembros de sindicatos del Instituto Nacional de Bellas Artes y del Instituto Nacional de Antropología e Historia --pese a que la aprobación ya es casi un hecho-- se expresó una vez más este día con mantas y pancartas. Incluso, algunos inconformes portaban ejemplares de Proceso de circulación actual (número 2042), donde aparece el reportaje “Aprueban, sin convencer, la Secretaría de Cultura”, que habla del rompimiento del vínculo educación-cultura luego de que el titular de la SEP, Aurelio Nuño, argumentara la semana pasada ante diputados que no en la dependencia que encabeza carecía de tiempo para atender el área cultural. Otro texto adjunto, denominado “Rólex dictó la hora en el Centro Cultural del Bosque”, sirvió para que algunos manifestantes denunciaran el eventual futuro que aguardaría a la cultura, en referencia a las dudas que generó en el medio la renta del espacio del Teatro de la Danza y del Julio Castillo para un evento privado denominado “Fin de semana de las artes de Rólex”, realizado el pasado 5 y 6 de diciembre. La renta de espacios públicos, sean museos o zonas arqueológicas, sería el resultado de una “apertura total” negativa si se acepta la creación de esta secretaría, donde los opositores “vislumbran un sindicato blanco que atomizará la unidad de los trabajadores”.