MÉXICO, DF (apro).- Impulsadas por la apreciación del dólar y la disminución del desempleo en Estados Unidos, las remesas registraron un crecimiento de 6.3% anual en noviembre pasado, con lo que acumulan 10 meses consecutivos al alza, según el Banco de México (Banxico). En el penúltimo mes de 2014, los envíos de dinero que realizan los más de 11 millones de mexicanos radicados en la Unión Americana sumaron mil 887 millones de dólares. Sin embargo, en los primeros 11 meses del año pasado estos flujos de dinero acumularon un total de 22 mil 576 millones de dólares (5.4% más respecto al mismo lapso del 2014). Para ponerlo en perspectiva, la entrada de recursos que registra el país por concepto de remesas supera los ingresos por turismo, que oscilan los 17 mil millones de dólares, así como las exportaciones petroleras, que a noviembre suman 22 mil 228 millones, y casi alcanzan a los recursos captados a través de la Inversión Extranjera Directa, que se espera cierren en los 25 mil millones de dólares. De acuerdo con el análisis titulado Flash Migración, elaborado por BBVA Bancomer, el crecimiento de las remesas a lo largo de 2015 se relaciona a factores como el desempeño de la economía de Estados Unidos, la creación de empleos para los migrantes mexicanos en aquel país y la fuerte apreciación del dólar observada a lo largo del año. Según estimaciones del Bureau of Labor Statistics de la Unión Americana, durante noviembre se experimentó la menor tasa de desempleo en ese país, después de la gran recesión iniciada en 2007, ubicada en 5% ajustada estacionalmente. “La fuerte apreciación del dólar, aunada a la estabilidad de precios en México, ha llevado a una fuerte revalorización de los envíos de dinero desde Estados Unidos, que incrementa tanto la capacidad de consumo como de ahorro de los hogares receptores de remesas”, precisó BBVA. En nuestro país, las entidades federativas que dependen en mayor grado de las remesas son Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Zacatecas, Guanajuato, Nayarit, Puebla, Morelos y Durango, mientras que a nivel internacional México ocupa el quinto lugar a nivel mundial como receptor de estos recursos, ubicándose sólo por debajo de India, China, Filipinas y Francia.