Lo que pienso de la película "Pawn Sacrifice"

martes, 19 de enero de 2016 · 21:28
MÉXICO, DF (apro).- Me regalaron hace un par de días la película Pawn Sacrifice, la cual es una versión “basada en hechos reales”, de la vida de Robert James Fischer, el que fuera el Campeó Mundial de ajedrez en 1972, venciendo a Boris Spassky en un encuentro que fue titulado incluso el “Match el Siglo”. La película narra pasajes de la vida de Bobby. Empieza supuestamente con una fiesta que ocurre en el departamento donde vivía Bobby con su madre y hermana. Es una fiesta de rusos, de comunistas, y la madre habla ruso. De ahí se brinca a un Bobby de unos quince años donde ya viste todo el tiempo traje y corbata, cosa que no fue así como hasta la edad de 18 años, cuando Pal Benko le sugirió dejarse sus suéteres de lana y vestirse más apropiadamente. Ya desde ese momento Fischer carga con un libro de portada roja, el cual no se explica en toda la película qué contenido tiene, pero en fin. La película es de “flashazos” sobre la vida del genio norteamericano. No hay una secuencia y de pronto ya fue Campeón de los Estados Unidos, ya de pronto reclama que los rusos hacen trampa y en un instante inesperado, la película nos lleva a la Copa Piatigorsky, en donde jugaría Boris Spassky, el cual indica que era el Campeón Mundial por lo que entendí, aunque en realidad el Campeón era Petrosian, que perdería el título ante Spassky en 1969 si no me fallan las cuentas. Spassky probablemente era el mejor jugador del momento y ganó el torneo. Bobby fue segundo y Petrosian quedó en el séptimo lugar (de diez posibles). Para esto, Bobby conoce en el hotelito donde está, a una rubia con la cual -supuestamente- pierde la virginidad. Un invento de la película porque no está consignado este hecho en ninguna parte. No es de sorprenderse que a Spassky lo hayan puesto como un personaje rudo, soviético, que va a lo que va, cuando en realidad el excampeón mundial es una de las personas más relajadas que haya conocido el mundo del ajedrez. Yo pude convivir un par de veces con Spassky y es un tipo bromista, agradable, nada creído. Pero claro, la película va a un público que quiere ver esa “guerra fría” entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. De hecho, hay pasajes entre Bobby Fischer y Spassky notables. Uno de ellos ocurrió cuando se encontraron en un tren rumbo a un torneo. Fischer vio que Spassky (que si mal no recuerdo, iba con Bronstein), traía unas revistas rusas de ajedrez. Se las pide prestadas y los soviéticos de buen grado se las prestan a Bobby. Vamos, que si hubiese sido el soldado del sistema comunista contra Fischer, jamás le hubiesen prestado nada. Hay otras escenas por demás absurdas: una de ellas es cuando el jovencito Bobby va a una librería en donde compra una revista rusa de ajedrez. Llega a su departamento, pone el tablero en la cama y empieza a reproducir una de las partidas de dicha revista, que empiezan con la secuencia 1.a4 a5.Otra es cuando Fischer, en la primera partida del Campeonato Mundial, entrega el alfil en h2, que se lo atrapa Spassky y Fischer tiene que rendirse. Para la película, la partida acaba cuando Bobby hace Axh2 con negras pero la partida aún continuó muchas jugadas más. De hecho, he visto análisis de Timman en donde se indica que probablemente había tablas de alguna manera (buscaré esos análisis a ver si no estoy equivocado). Otra escena por demás ridícula es cuando en la Copa Pitigorsky, Fischer por alguna razón, se queda dormido en la playa de California. Cuando despierta ve que Spassky sale del mar después de un chapuzón, protegido de unos cuantos guaruras Bobby se acerca y le grita con odio jarocho que “va por él”. Spassky se enfunda en su toalla, se pone sus lentes oscuros y desaparece. Otro hecho que probablemente se lo sacaron de la manga los guionistas es cuando Spassky, después de ir ganando 2-0 el match, le dice a Geller (creo que ese es el personaje con el que habla), que no puede permitir que el match termine si Bobby no se presenta a la tercera partida. Entonces Spassky hace una declaración que no está tampoco consignada: “Jugaré con Fischer en donde quiera él. ¿Quiere jugar en un cuartito detrás del teatro? Ahí jugaré. Le demostraré que soy el mejor”. La realidad es que Spassky aceptó jugar en ese cuarto porque el árbitro, Lothar Schmidt, le pidió de favor que aceptara por el bien del match. Vamos, que eso de que está basado en hechos reales es una etiqueta para narrar detalles pero en donde los escritores pueden darse, de la vida del biografiado, las concesiones que quieran. Por otra parte, la película está muy bien ambientada en los años 60s y 70s y la escena final donde Spassky se rinde en la sexta partida del match, se levanta de la mesa y le aplaude a Bobby por la estupenda demostración ajedrecística, es de lo mejorcito de la película. Susan Polgar, hace tiempo comentó la película y no entró en detalles, pero dijo que muchos pasajes son falsos y que lo mínimo que debió hacer el director/productor, era asesorarse con alguien que hubiese conocido a Fischer en vida, incluso ella, que tuvo a Bobby Fischer en Hungría con toda la familia Polgar por un tiempo viviendo con ellos.

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