MÉXICO DF., (apro).- Pese al desalojo que sufrió esta mañana el Instituto Cardenal Miranda (ICM), el director de la institución, Juan Manuel Lara Calderón, expresó a Apro que “hoy más que nunca estamos empeñados en mantener el nivel musical a través de 75 años de existencia, eso téngalo por seguro, porque a las alturas eclesiásticas no les interesa”. Vía telefónica explicó que después del desalojo por parte de granaderos ocurrido la mañana de hoy, los miembros de la institución lograron rescatar objetos de importancia, entre ellos partituras, cuadros, libros, obras de arte, algunos muebles de uso común e instrumentos, 15 pianos, tres órganos eléctricos, un órgano tubular, un armonio (instrumento de viento con teclado), algunos violines y violonchelos. “Se cumplió la amenaza (dictada por el juzgado 40 Civil, que originalmente iba a acatarse el pasado 8 de diciembre), ya ocurrió y estuvo todo el equipo directivo presente haciendo guardia toda la noche, pero era importante tener presencia y estar en pie hasta el último minuto, porque estamos justificando la posesión legal, ni somos rateros, ni invasores, ocupamos desde 1996 ese espacio que Norberto Rivera le dio al sacerdote y músico Xavier González, se olvidaron del lugar y ahora viendo todo lo que se logró lo retiran. “Me dio mucha tristeza que ni siquiera por parte de la iglesia fue respetada la labor del padre Javier González, y que con la mayor saña y crueldad no sólo lanzaron los instrumentos y demás objetos a la calle, sino su herencia” denunció Lara, licenciado en canto gregoriano y musicólogo por el mismo instituto, maestro de capilla y organista de la iglesia del Buen tono (1967-2003), y académico del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez del INBA. Fundada en 1940 por el influyente arzobispo primado Luis María Martínez, la escuela tiene entre sus exalumnos a los tenores Ramón Vargas y José Guadalupe Reyes, los directores de orquesta Rodrigo Macías y Juan trigos, y la mezzosoprano María Luisa Tamez, por mencionar a algunos. Desde finales del año pasado recibieron una orden de desalojo que se cumplió finalmente hoy, pues decidieron no aceptar la incorporación a la Universidad Católica Lumen Gentium de la Arquidiócesis Primada de México --a quien se le otorgará el dominio del espacio--, como se explica en un amplio reportaje de Proceso en el número 2045. En esa edición Lara explicó que no accedieron a formar parte de esa universidad porque de hacerlo perderían su perfil académico, autónomo, de profesorado, plan de estudios y dirección administrativa. La sede del inmueble la recibieron por parte el cardenal Norberto Rivera Carrera, y ahora es mediante su mandato que se las retiraron. --¿Después del desalojo, ahora qué sigue? --“El instituto sigue con la misión que tiene desde sus inicios en unos oscuros cuartos de la calle de Regina en el Centro Histórico en la década de los cuarenta, hoy más que nunca estamos empeñados en mantener el nivel musical a través de 75 años de existencia, eso téngalo por seguro, porque a las autoridades eclesiásticas no les interesa”. Con 22 alumnos aún en sus filas --de los 60 que iniciaron el ciclo académicos en septiembre pasado--, y 20 profesores del plantel que suspendieron clases ayer, mudarán por lo pronto a las instalaciones de un kínder en Barranca del Muerto que les prestó uno de sus insignes exalumnos, Rodrigo Escamilla, quien incluso les ofreció que el ICM forme parte de la enseñanza de esa escuela. “Nos hizo el ofrecimiento de formar parte de su sistema y lo agradecemos enormemente, pero no sabemos si le parezca bien las condiciones en que trabajamos o nuestro plan de estudios, en realidad nuestra idea es tener un espacio propio, adecuado y que no esté en litigio, seguiremos”, concluyó el profesor musical. Por lo pronto, también sigue en pie una petición en la plataforma Change.org, que lleva casi 700 firmas llamado “Instituto Cardenal Miranda. Manifiesto de sobrevivencia” dirigido a la Secretaría de Cultura Capitalina. La petición señala: “Es un imperativo moral --muy por encima de los caprichos de la autoridad--, que el perfil académico, artístico y humanístico del Instituto Cardenal Miranda, forjado difícil y laboriosamente a lo largo de 75 años por sus sucesivos directores y maestros, reconocido nacional e internacionalmente NO se pierda.”