CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A 165 años de su fundación y a 20 del lanzamiento de su plataforma en línea, el diario The New York Times (NYT) inauguró hoy un sitio de Internet en español dedicado a América Latina y los demás países hispanohablantes, y prometió “noticias, análisis y opinión” sobre la región. De acuerdo con la empresa, cuyas oficinas se encuentran en esta capital, su lanzamiento “coincide con la visita del Papa Francisco a México”. Lydia Polgreen, editora internacional en NYT y encargada del proyecto latinoamericano, adelanta en entrevista telefónica con Apro que ciertos artículos probablemente “enojarán” al poder, pero “estamos acostumbrados a lidiar con ello”. Al igual que la mayoría de los medios “tradicionales”, el gigante de la información, que emplea cerca de 3 mil 600 personas y maneja un presupuesto anual superior a los mil 500 millones de dólares, enfrenta los retos de la era digital, que se traducen en la caída de las ventas de su versión impresa, la disminución del ingreso publicitario, así como la competencia de nuevos actores y de las redes sociales, entre otros. Ante este panorama, NYT decidió profundizar su migración hacia el Internet en una lógica de globalización. “Hay una gran oportunidad de llevar información de calidad al mundo entero”, sostiene Polgreen. La empresa busca posicionarse como un actor de “alto impacto regional” en América Latina mediante la producción de contenidos que gocen del sello y el renombre del periódico dirigidos a la población local, y para ello conformó un equipo de editores hispanohablantes en México, dirigido por el venezolano Elías López. Este equipo se apoyará en los corresponsales que The New York Times tiene desplegados en América Latina. Según un comunicado publicado hoy, la versión en español producirá artículos originales y traducirá contenidos del inglés al castellano. “Es muy importante para mi que este producto esté elaborado por periodistas de habla hispana, no por gente de Nueva York. El proyecto no debe ser lo que Estados Unidos piense de América Latina, sino algo creado por y para gente de la región”, subraya Polgreen. Añade: “No estamos aquí para decir cómo las cosas deben ser, estamos aquí para aprender también. No sabemos todo y estoy segura que cometeremos errores, pero trabajaremos duro”. Por su parte, López explica a Apro que “América Latina vive un momento crucial, muy interesante en términos periodísticos”, donde “hay un apetito enorme para periodismo de calidad”, debido a los “cambios a nivel político, social y económico” por los que atraviesan países de la región como Cuba. Al preguntarle sobre los temas relevantes en la región, Polgreen menciona “la lucha perpetua en México contra la corrupción” o “el narco-terrorismo”, pero también “los cambios políticos que están ocurriendo en Argentina o Venezuela”, entre otros. Momentos difíciles En su declaración financiera del cuarto trimestre de 2015, New York Times Company reconoce una caída de 0.6% en sus ingresos netos anuales en comparación con el año anterior. Entre 2012 y 2015 vio caer en 73 millones de dólares sus ingresos publicitarios al pasar de 711 millones 829 mil dólares a 638 millones 709 mil dólares, un descenso de cerca de 10% en tres años. Y en la declaración financiera de 2014 que entregó a la Comisión Nacional de Valores estadunidense (SEC, por sus siglas en inglés) destaca un descenso en las ventas de la versión impresa, y recuerda que la publicidad en el periódico todavía representaba 73% de los ingresos publicitarios ese año. En este documento, Arthur Sulzberger y Mark Thomson –sus ejecutivos principales-- advierten a los inversionistas que continuarán “buscando nuevos productos y plataformas para presentar nuestro periodismo de clase mundial a una audiencia en expansión”, pues The New York Times acelera su migración hacia lo digital y busca aprovechar su renombre para incrementar sus audiencias “educadas, afluentes e influyentes” en el mundo. Según la empresa, la página de Internet recibe todos los días 42 millones de visitantes únicos, y más de 28 millones de personas han descargado su aplicación móvil. Sin embargo, en Internet sus contenidos en inglés –y la publicidad que generan-- compiten con los portales de información de otros gigantes como Google, Yahoo, el Huffington Post o CNN, mientras que en materia de información global enfrenta el dinamismo de los medios que emprendieron su internacionalización, entre ellos los británicos The Guardian o BBC, plantea la empresa. Mercado creciente Con su versión sobre América Latina, NYT busca penetrar y conquistar un mercado joven y en explosión, pues la emergencia de una clase media relativamente acomodada convirtió a la región en una de las más dinámicas en materia de nuevos lectores y de publicidad. “Mucha gente en América Latina quiere que sus productos sean asociados con la marca New York Times”, asegura Posgreen. De acuerdo con la Asociación Mundial de los Periódicos y Publicadores de Noticias (WAN-IFRA, por sus siglas en inglés), América Latina vio un incremento de 3% de sus lectores en los últimos cinco años, mientras que la publicidad en medios impresos se disparó en 27% durante el mismo lapso. Según el informe Tendencias de la Prensa Mundial 2014, que publicó esa organización el año pasado, del total de los usuarios de Internet en América Latina –eran más de 338 millones de personas a finales de noviembre pasado--, la mitad visita portales informativos. También señala que “los lectores latinoamericanos pasan la mayor cantidad de tiempo por página leída, lo que compensa la relativamente baja frecuencia de visita”. Varios medios europeos y estadunidenses operaron su entrada en América Latina como parte de su estrategia de globalización, como El País, The Wall Street Journal, CNN o BBC Mundo, recuerda la editora, y subraya que una parte de los 55 millones de latinos que viven en Estados Unidos tienen interés en la región. Modelo económico Como la mayoría de los medios “tradicionales”, NYT busca un modelo económicamente viable en el Internet. Desde 2011 la empresa cobra una suscripción a los usuarios de su sitio de Internet, limitando a los no suscriptores el número de contenidos que pueden consultar. Al arranque de su quinto año de existencia, más de un millón de lectores adoptaron esta suscripción, según la firma. Sin embrago, el contenido de su versión en español, será gratuito, plantea el diario en un comunicado. Polgreen agrega: “Es una nueva audiencia, la gente aún no ha sido expuesta al periodismo del New York Times y nuestro acercamiento con ella se asemeja a una relación de pareja: cuando vas a conocer a alguien, no le pides matrimonio en la primera cita”. En búsqueda de nuevos ingresos publicitarios, la empresa abre ahora sus espacios a los “contenidos pagados”, ya sean imágenes, videos o textos que se parecen a publicaciones del NYT, pero están elaborados por los mercadotécnicos de las empresas que se anuncian. Polgreen adelanta que el sitio de NYT en español incluirá “publirreportajes”, y resalta que el portal ya cuenta con el financiamiento del banco mexicano Banamex, la empresa Fórmula Uno Gran Premio de México 2016 y la constructora española Acciona. En enero de 2015 el magnate de las telecomunicaciones Carlos Slim Helú desembolsó más de 101 millones de dólares en la compra de 16 millones de acciones de New York Times Company. Con ello duplicó su presencia en la empresa –en cuyo capital había entrado en 2009-- y se convirtió en su principal inversionista, dueño de 16.8% de las acciones. Según los entrevistados, la decisión de traer a México las oficinas del NYT no tienen “absolutamente nada” que ver con la primera fortuna del país. “(Slim) Es un inversionista como los demás”, asevera Polgreen. Editoriales críticas El periódico se ha caracterizado por las posturas críticas adoptadas contra ciertos gobiernos de la región, mismas que se destacaron en la sección editorial y provocaron fuertes reacciones mediáticas en los países mencionados. Así, por ejemplo, el pasado 4 de enero el comité editorial del diario neoyorquino emitió fuertes criticas contra Enrique Peña Nieto al aseverar que el mandatario “será recordado más como un jefe de gobierno que evitó rendir cuentas que como el líder transformador que muchos mexicanos creyeron haber elegido”. El texto, desplegado en la sección editorial, planteó que “durante su administración, el gobierno mexicano ha tratado de lavarle la cara a varias verdades incómodas y ha minimizado más de un escándalo”, tomando varios casos recientes, como la revelación de la Casa Blanca, la evasión de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera o la “verdad histórica” en la investigación del caso Ayotzinapa. El texto generó molestias en Los Pinos, cuya oficina Marca País y Medios Internacionales –el equipo de “manejo de daños” de Peña Nieto-- envió una carta al NYT en la que descalificó el editorial al plantear que “fracasa en reflejar las acciones concretas que adoptó el gobierno mexicano en los últimos tres años”. En octubre de 2014, el comité editorial también se lanzó contra la “nueva generación” de “caudillos” latinoamericanos –Nicolás Maduro, Evo Morales y Rafael Correa, presidentes de Venezuela, Bolivia y Ecuador, respectivamente--, a los que acusó de adoptar una “posición antagónica frente a Washington, limitando la cooperación en temas de desarrollo, defensa y esfuerzos contra el narcotráfico”. Preguntados al respecto, López y Polgreen aseveran que las secciones de opinión y de noticias se encuentran “totalmente separadas”, y sostienen que la única línea editorial respecto a América Latina son las historias asentadas en “la realidad” y el compromiso con los lectores. cvb