TEPALCINGO, Mor. (apro).- La violencia religiosa en Tepalcingo provocó un enfrentamiento entre dos grupos de feligreses católicos por el control del templo ubicado en esta comunidad al sur-oriente de Morelos, y por el manejo de los ingresos de la Feria del Tercer Viernes de Cuaresma, una de las más importantes de la entidad. El enfrentamiento fue con palos y piedras y tuvo como saldo al menos 20 personas lesionadas, tres de ellos de gravedad. Uno de los grupos resguarda la integridad del párroco José de Jesús Martínez. Además, una motoneta fue incendiada y la parroquia y la Casa del Peregrino tuvieron daños materiales. La trifulca ocurrió en medio de la presencia de elementos del Mando Único, quienes permanecieron estáticos mientras los opositores al actual párroco tomaron el templo y los contrarios intentaron recuperarlo por la fuerza. El conflicto comenzó hace algunos meses, pero el pasado jueves escaló con la toma y cierre del templo con el argumento de que Martínez maneja de forma discrecional los recursos obtenidos por la fiesta religiosa. Al final, los defensores del sacerdote recuperaron el templo y la Casa del Peregrino, identificada como la parroquia. En tanto, la Comisión Estatal de Derechos Humanos inició una investigación para determinar posibles omisiones por parte de la Comisión Estatal de Seguridad en el conflicto en Tetelcingo. La titular Lucero Benítez Villaseñor, aseguró en entrevista que aún están en espera de que los grupos en pugna aporten datos respecto a lo ocurrido para determinar si hubo responsabilidad de las autoridades. Y es que desde inicio de los golpes, los habitantes del pueblo afirmaron que los elementos del Mando Único no atendieron el llamado de alerta y ello provocó el enfrentamiento. En el conflicto de Tepalcingo, el obispo Ramón Castro y Castro tampoco ha salido ileso, pues fue acusado por los opositores a Martínez de robar una custodia valiosa, no sólo por el oro y las piedras de que está hecha, sino por la antigüedad de más de un siglo. Por este hecho, hace seis meses los feligreses presentaron una denuncia ante la Fiscalía contra el obispo y otros sacerdotes. El prelado dijo entonces que la denuncia era parte de una campaña en su contra promovida por el propio gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu. Y es que los desencuentros entre obispo y gobernador han sido muy frecuentes. Primero, por la intención del mandatario de promover la despenalización del aborto, que nunca ocurrió; luego por el matrimonio igualitario, que aún está como iniciativa. Más tarde vino el tema de la violencia, pues Castro y Castro ha recorrido las parroquias del estado y ha constatado con testimonios, las condiciones de violencia que se viven en la entidad con secuestros, robos con violencia, asesinatos, extorsiones y demás. De hecho, el obispo se ha encargado de promover publicaciones en el semanario de la Arquidiócesis de Cuernavaca Desde la Fe, en las que se critica fuertemente a Graco Ramírez. Apenas el pasado 10 de enero, esta publicación religiosa presentó una editorial en la que califica a Morelos como “estado fallido”. Con base en cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del Consejo Nacional para Evaluar la Política Social, el órgano de comunicación de la Arquidiócesis, advierte que inseguridad y miseria son dos de los flagelos más poderosos que laceran a la población de Morelos.