Se desmarca Fernando Platas del pleito FINA-Conade
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El director del Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte del Estado de México (Imcufide), Fernando Platas, rechazó que haya instrumentado la sanción temporal impuesta por la Federación Internacional de Natación (FINA) al país.
“No puedo operar. Hay una asamblea de un comité ejecutivo que se reúne y lleva todo el tema de la federación”, indicó Platas, quien junto a su excompañero de clavados Jesús Mena, fueron acusados por el director de la Conade, Alfredo Castillo, de operar el castigo a México por declinar la organización del Mundial de Natación 2017.
El medallista olímpico en Sydney 2000 agradeció a Castillo que le haya dado esa importancia, “pero no estoy para decirle a la FINA a quién reconozca. Estoy en una posición en donde puedo levantar la voz como medallista olímpico, tengo una autoridad moral y técnica, en la cual puedo levantar la mano y apoyar a mi país, como siempre lo he hecho”.
El castigo temporal impide a los clavadistas mexicanos representar al país en competiciones internacionales, por lo que están obligados a participar con la bandera de la FINA. En caso de que un mexicano suba al podio del primer lugar, el organismo también impide que se entone el Himno Nacional, como sucedió a media semana en la Copa del Mundo celebrada en Río.
El pasado lunes, Rommel Pacheco ganó la presea dorada en la prueba de trampolín de tres metros en Río, y para celebrar subió al podio con una playera estampada con la imagen sin cabeza de Popeye El Marino, al tiempo que entonó a capela el Himno Nacional.
“Es una situación complicada”, reconoció Platas. “Todo mundo le tiene que sumar porque lo principal son los atletas, que demostraron lo más importante al obtener su pase a los Juegos Olímpicos, y hay que trabajar para ello”.
Y dijo que su renuncia al Comité Técnico de la FINA, como se lo sugirió el presidente de la Federación Mexicana de Natación, Kiril Todorov, no solucionará el litigio entre Conade y FINA, que exige una indemnización de 5 millones de dólares por la declinación de México a la organización del Mundial de Natación.