GUADALAJARA, Jal. (apro).- Luego de los hechos violentos que se registraron en diferentes partes del estado, autoridades de los tres niveles de gobierno acordaron una nueva estrategia en materia de seguridad. El mandatario estatal, el priista Jorge Aristóteles Sandoval, advirtió que la delincuencia organizada “no va a amedrentar al gobierno ni va a inhibir la acción de nuestras fuerzas estatales y municipales, así como todo el respaldo y el apoyo de nuestras fuerzas federales”. A la reunión que convocó en Casa Jalisco a puerta cerrada asistieron representantes de las fuerzas federales y castrenses, así como 21 presidentes municipales, incluido el de Ahualulco de Mercado, Víctor Eduardo Castañeda Luquín quien la noche del pasado martes fue atacado mientras se trasladaba a bordo de su vehículo blindado. Un día antes, el lunes 29 de febrero, fueron ejecutados dos elementos de la Fiscalía General --que no se encontraban en funciones--: los esposos Blanca Hernández y Ricardo Rivera. Mientras que el 24 de febrero, el subdirector de la policía de San Pedro Tlaquepaque, Francisco Javier Alejo, y sus dos escoltas fueron acribillados por un comando. Ante estos hechos, el gobernador expresó: “Sabemos que algunos de estos hechos corresponden a una reacción constante de células delictivas que, por más que lo intenten, no van a desestabilizar la entidad”. Luego indicó que los “los hechos de violencia ni se niegan ni se esconden, se combaten. La mejor forma para combatirlos es con la colaboración institucional de los tres niveles de gobierno, estatal, federal y municipal”. También reconoció que inquietan los homicidios y robos a conductores camiones de carga pesada, pero dice que la estadística demuestra que otros delitos disminuyeron. Por último, aceptó que falta reforzar la coordinación y bajar la percepción de inseguridad entre los ciudadanos.