Planear el crecimiento de la urbe, la solución para la contaminación: UNAM

jueves, 5 de mayo de 2016 · 12:49
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En menos de un mes la ciudad activó en dos ocasiones la fase I de Contingencia Ambiental que incluyó el endurecimiento del Programa Hoy No Circula pero la calidad del aire se ha mantenido como “mala” desde el martes pasado. Para Manuel Suárez Lastra, director del Instituto de Geografía (IG) de la UNAM, estas medidas de emergencia pueden funcionar, o no, en el corto plazo pero la solución a mediano y largo plazos consiste en hacer eficiente y planear el crecimiento de la urbe. El viento no se puede cambiar, afirma, y en un momento dado volverá a soplar, pero el escenario se repetirá constantemente si no se hace algo más allá del programa Hoy no circula, que tampoco funciona porque la disminución del ozono depende de reacciones químicas en la atmósfera. El académico afirma que está bien buscar mejores formas de combustión o establecer requerimientos a la industria, pero lo más importante son los planes de ordenamiento territorial y crecimiento urbano basados en problemas regionales. “La forma en que crece la ciudad no puede ser de expansión, sino de concentración”, sostiene el científico. El transporte en la metrópolis, dice, es caótico pues la mayoría de los viajes se realizan en colectivos (camiones y microbuses), y a ellos se suman los autos y el Sistema de Transporte Colectivo Metro; les siguen los taxis. El Metrobús, las motocicletas y las bicicletas ocupan los porcentajes menores. Los capitalinos invierten alrededor de dos horas en ir y regresar a sus actividades lo que es igual a la cuarta parte de una jornada laboral. “Demasiado tiempo, que de dedicarlo a otras actividades nos llevaría a ser más productivos, o bien podría destinarse a convivir con la familia o a la recreación”, señala. Según el académico, coautor del libro “Entre mi casa y mi destino: Movilidad y transporte en México” si los usos de las construcciones fueran mixtos --en la parte baja comercios, en la media oficinas y arriba residencias-- no sólo se ahorraría espacio, sino que las actividades se acercarían. “Si fuera el caso de esta metrópoli, su tamaño sería de la cuarta parte del actual, tendría más lógica usar transporte público masivo y caminar, los centros laborales estarían más próximos y habría mayor extensión de áreas verdes”, considera. El problema, dice, es que la Ciudad de México ha crecido sin planeación, Quienes residen en la periferia viajan 40 minutos en un colectivo para trasladarse al Metro, abordarlo y llegar a su destino. Toma aproximadamente una hora llegar al trabajo o a la escuela, “aunque hay gente que pasa hasta cuatro horas en el transporte”, afirma Suárez Lastra. En cuanto a la cantidad de autos que hay en la ciudad, el académico afirma que es difícil cuantificarlos porque los registros no son claros. La cifra normalmente está sobreestimada porque la gente vende vehículos sin dar aviso; así, “parece que van en aumento y a veces lo que ocurre es que están en un ‘deshuesadero’ o en Hidalgo, pero se siguen contabilizando”. Además el número de verificaciones incluye taxis, camiones de carga ligera, microbuses y demás, por lo que tampoco resulta fácil tener una cifra exacta. Las estimaciones para la zona metropolitana son de entre tres y cuatro millones de automóviles, aunque hay diferencias entre el número de carros, los registrados y los que circulan. Sin embargo, dice el académico, según datos de la Encuesta Nacional de Movilidad y Transporte realizada por la UNAM, la Ciudad de México está por debajo del promedio nacional del uso de autos. Aquí, donde se concentra más población, es de 25% mientras que en otros lugares es de hasta de 40%. En ese sentido, “no estamos tan mal”, opina. El problema es que el 60 por ciento de los vehículos es usado por el 25% de la población con más ingresos; la de menores recursos utiliza transporte público. Además, dice, la ciudad tiene la flota más moderna del país, 10 años más nueva que el resto. Los días que se han registrado contingencias ambientales, subraya el académico de la UANM, el número de carros y los contaminantes son los mismos de todos los días. El problema son las condiciones meteorológicas, sin viento y mucho calor, que en conjunto producen el peor escenario. Por eso reitera que lo más importante son los planes de ordenamiento territorial y crecimiento urbano.

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