TLAXCALA, Tlax. (apro).- La guerra sucia y señalamientos por presunta parcialidad del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) enturbian la víspera de la elección del domingo en esta entidad, donde se renovará gubernatura, 15 diputaciones de mayoría relativa y 60 ayuntamientos. En la actualidad, Tlaxcala es gobernado por el PRI, pero dos veces la gubernatura ha tenido alternancia: en 1998 ganó el PRD, en 2004 el PAN. El tricolor recuperó en 2010. En la contienda por la gubernatura, eran ocho los candidatos participantes: Adriana Dávila del PAN, Lorena Cuéllar por el PRD, Martha Palafox de Morena, Marco Mena por PRI-PVEM-Nueva Alianza, Edilberto Alfredo Jaramillo de MC, Federico Barbosa por PES, Felipe Hernández del PAC y el independiente Jacob Hernández. Hace 20 días Barbosa declinó en favor de Cuéllar. Las encuestas coinciden en que en la disputa se centra entre Cuéllar, Mena y Dávila, aunque en días recientes parecía tomar ventaja la perredista. De ganar Tlaxcala, sería muy probablemente el único resultado que podría presumir el PRD, partido a la baja y que al final de la jornada dominical estaría pasando a ser la cuarta fuerza política a nivel nacional. Este viernes el PRD solicitó la atracción de la jornada por parte del Instituto Nacional Electoral (INE), tras considerar que el ITE no garantiza la certeza de la contienda. "El partido solicitará la inmediata atracción del proceso por parte del INE, dadas las condiciones de falta de certeza jurídica, de personal para atender contingencias el día de la jornada, de condiciones mínimas para la integración, resguardo y traslado de los paquetes electorales y de condiciones para la celebración del cómputo", anunció este viernes Manuel Cambrón, presidente estatal del sol azteca. Los consejeros del ITE, recordó, han justificado sus deficiencias arguyendo insuficiencia  presupuestal, pero en este discurso los perredistas advierten desinterés. De un mes a la fecha, cuando las encuestas comenzaron a empatar resultados, también arreciaron los ataques personales.