Inundan Paseo de la Reforma los colores del arcoiris; piden unión para apoyar iniciativa

sábado, 25 de junio de 2016 · 19:57
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).— La XXXVIII marcha por el orgullo gay, que se celebró hoy en la Ciudad de México, se vio alentada por la reciente iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto, con la que intenta legalizar las bodas entre personas del mismo sexo, pero también se vio empañada por los recientes crímenes por homofobia y por la actual campaña que emprenden algunos grupos conservadores e iglesias contra ese tipo de matrimonio. Organizada por la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Transgénero e Intersexual (LGBTTTI), la marcha partió del monumento al Ángel de la Independencia y concluyó en el zócalo capitalino, con un concierto de Alejandra Guzmán. Poco antes de arrancar la marcha y frente al Ángel de la Independencia (que este fin de semana está iluminado por las noches con los colores del arcoíris), Felipe Nájera, integrante de la organización Familias Diversas, pronunció un discurso en el que dijo: “A partir de ahora todos nosotros debemos estar unidos para hacer que pase en los congresos la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto, y de esta manera pueda haber matrimonios igualitarios en toda la república mexicana”. Por su parte, algunas representantes de la Red de Madres Lesbianas de México, también tomaron la palabra para alertar sobre las campañas de grupos conservadores y de distintas iglesias que se están oponiendo a las bodas gay. Dijeron: “Estamos viviendo un momento aterrador por esas campañas de odio, que se están orquestando en contra de nuestras familias”. Al iniciarse la marcha estuvieron presentes Alexandra Hass, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación; Jaqueline L´Hoist, titular del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de Méxco; y José Ramón Amieva, secretario de Desarrollo Social capitalino. Encabezaron el desfile tres Turibuses de la Ciudad de México, abarrotados de gente. Durante el trayecto al zócalo, la larguísima fila de participantes recorrió las avenidas Paseo de la Reforma, Juárez y 5 de Mayo, portando pancartas en las que mostraban sus peticiones: “Por un México libre e incluyente que garantice la diversidad”… “No más crímenes de odio”… “Diversidad para evolucionar”… “No hay libertad política sin libertad sexual”… En su trayecto por Paseo de la Reforma, a la marcha se unió la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, y un contingente de su embajada. Dijo la diplomática: “Marchamos en nombre del gobierno de Estados Unidos… para luchar contra cualquier tipo de discriminación”. Uno a uno fueron desfilando distintos grupos de la comunidad LGBTTTI, llevando banderas del arcoíris de distintos tamaños. Algunos contingentes portaban fotografías de sus compañeros asesinados por homofobia, o traían carteles en los que aludían a los recientes crímenes perpetrados en el bar “Pulse”, de Orlando, Florida, en el que murieron 50 personas; o en el bar “Madame”, de Xalapa, Veracruz. Y como ya es usual en estos desfiles, hubo carros alegóricos y conjuntos musicales, abundaron los travestis –ataviados con chillantes vestuarios-- y las parejas de gays y lesbianas que marchaban tomadas de la mano. Durante la manifestación, los contingentes coreaban consignas contra la postura de la Iglesia católica que rechaza a los matrimonios gay y su derecho a adoptar hijos. Principalmente arremetían contra el arzobispo de la ciudad de México, el cardenal Norberto Rivera Carrera.

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