CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Sin Cristiano Ronaldo -quien abandonó el campo por lesión a los 23 minutos-, Portugal superó al anfitrión Francia y conquistó por primera ocasión la Eurocopa, con gol de Éder en el segundo periodo de la prórroga (minuto 109). Éder, el héroe de la final, se plantó en los linderos de la media luna y tras encarar al defensa Umtiti, lanzó un derechazo raso que colocó pegado al poste derecho del guardameta Lloris, para darle el campeonato a Portugal, que fue inferior al adversario en gran parte del juego. El delantero Éder ingresó al campo en el último cuarto de hora del tiempo reglamentario, casi a la par que lo hizo el francés André Pierre Gignac (de los Tigres de la U. de Nuevo León), quien en tiempo de descuento del periodo en su fase regular estuvo a centímetros de darle el título a los anfitriones. Al minuto 91, Gignac amagó a Pepe con un quiebre de cintura y de media vuelta tocó el esférico con la derecha a puerta, pero el poste le arrebató el momento histórico al único jugador de la Liga Mx presente en la Eurocopa. De inmediato, el balón fue despejado por la defensa portuguesa. Dos minutos antes del gol, Portugal, que en juego global resultó inferior al favorito Francia, dio visos de su peligro con un remate de tiro libre directo que Raphael Guerreiro impactó en el travesaño, tras el cobro de una falta inexistente. Enseguida, los franceses cayeron en el desorden, después de sobrellevar gran parte de las acciones de un partido que careció, en gran medida, de emociones en uno y otro lado, principalmente del conjunto visitante, más ocupado en tareas defensivas. Para colmo, el astro del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, se retiró del campo lesionado entre lágrimas del estadio Saint Denis. En el juego de su vida, el delantero sólo estuvo en la cancha 23 minutos. Ronaldo recibió un fuerte golpe en la rodilla izquierda de Payet al 7’, y 11 minutos después apareció tendido sobre el césped llorando, mientras sus compañeros intentaban darle ánimos. Aunque Ronaldo volvió al terreno de juego, el delantero abandonó la cancha sobre una camilla, lesionado y entre lágrimas. Antoine Griezmann, cuya figura se fue diluyendo paulatinamente, tuvo dos situaciones claras de gol con sendos cabezazos, otra más corrió por cuenta de Sissoko, en las que permitieron las grandes atajadas del portero portugués Rui Patricio. Pero sin duda, la más clara oportunidad de los franceses la tuvo Gignac en sus botines, para cambiar el rumbo a la historia.