Ni Morena ni la guerrilla en la CNTE: líder de sección 22

domingo, 10 de julio de 2016 · 18:19
OAXACA, Oax. (proceso.com.mx).- El diálogo con la Secretaría de Gobernación no ha avanzado pues no hay voluntad para establecer las condiciones de negociación. El secretario técnico de la sección 22, Gustavo Manzano Sosa, afirma que en cada acercamiento entre las partes se plantean temas como la abrogación de la reforma educativa, libertad de presos políticos, eliminación de las retenciones salariales y descongelamiento de cuentas, pero ni siquiera son tomados en cuenta por las autoridades. Luego “hay diálogos que no llegan a proceso de negociación porque se sigue con las cuentas congeladas, reteniendo salarios y maltratando a nuestros dirigentes en prisión de máxima seguridad”. La reforma educativa no se admite en la discusión. La cuestión no es novedad. Desde 2013, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, lo ha declarado con insistencia: hay apertura al diálogo pero la reforma educativa no se toca. Siendo ese el primer punto a discutir, cada encuentro entre la CNTE y el gobierno federal nace empantanado. Manzano Sosa explica en entrevista con Proceso la razón por la que no avanzaron los diálogos anteriores, reflexiona sobre lo que llama un proceso represivo y aclara las relaciones que les atribuyen lo mismo con Morena que con la guerrilla. [caption id="attachment_445449" align="alignnone" width="1200"]Maestros de la CNTE bloquean carretera en Oaxaca. Foto: Octavio Gómez Maestros de la CNTE bloquean carretera en Oaxaca. Foto: Octavio Gómez[/caption] Frente al estribillo de que el conflicto magisterial se debe a que no quieren evaluarse, Manzano argumenta: “Proponemos una reforma educativa de fondo, basada en un diagnóstico, que considere la multiculturalidad y sea incluyente con los actores del sector”. Para ello, sostiene, es necesario que se libere a los presos políticos con delitos fabricados, “pues entendemos que están presos por un proceso represivo que pretendía colapsar a la sección 22 pero que no lo logró, porque no entienden que este movimiento no se trata de liderazgos”. Y finalmente, piden el descongelamiento de salarios y cuentas que desde mayo de 2015 se aplicó a la sección sindical. Manzano Sosa explica que su apertura al diálogo y la construcción de una reforma está más que acreditada, con propuestas concretas en foros que jamás se tomaron en cuenta (los menciona uno por uno, más de 5 mesas) y que aquellos legisladores que inclusive participaron en ellas terminaron votando por la armonización de la reforma del Pacto por México. En el último mes, el magisterio oaxaqueño ha pasado por la detención de sus dirigentes, un desalojo violento ocurrido el 11 de junio en las instalaciones del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) que cobró la vida del profesor de educación indígena José Caballero Julián y, finalmente, el operativo policiaco del 19 de junio que, para la sección 22, dejó 11 muertos y no ocho como se informa de manera oficial así como más de cien heridos, 23 detenidos y dos desaparecidos. Lejos de colapsar las protestas aumentaron, los pueblos más tímidos para participar políticamente salieron a apoyar al magisterio oaxaqueño y por todo el estado, la condena por el operativo articuló a movimientos opositores a megaproyectos, con el magisterio. Fue entonces cuando Osorio Chong llamó a una mesa de diálogo que no funcionó, luego vino una campaña que señalaba desabasto por los bloqueos a carreteras y un ultimátum del propio Osorio a retirarlos. “Nos queda claro que se dejó llevar por presión de empresarios y organismos multilaterales que son los que gobiernan en este país. La intervención policiaca o militar hubiera motivado una reacción más grande. Creo que su lectura política fue que no podían meter de nuevo a la policía sino reconstruir el diálogo”, afirma Manzano Sosa. La campaña del gobierno federal respecto al desabasto fue persistente, aunque falso, “para denostar el trabajo político de la CNTE y las jornadas de lucha. De repente dicen que ya se reestableció el desabasto y todo está bien”. Después de varios días de expectativa sobre una nueva incursión policiaca en Oaxaca, Osorio Chong se retractó y convocó a una nueva mesa de diálogo. Al mismo tiempo, el secretario de Educación, con el magisterio levantado en Chiapas, Guerrero, Nuevo León y la Laguna, anunció una revisión de la evaluación con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). “Hablan de la mesa con el SNTE con el charro mayor Juan Díaz de la Torre, que es una imposición del Estado mexicano para querer controlar al magisterio. Nosotros tenemos muy claros los principios y no vamos a caminar en el esquema que plantean porque ellos están entregados a los intereses del Estado, no de defender garantías de trabajadores y agremiados. Lo que quieren hacer es salir y engañar”, advierte ante el contexto de la nueva reunión convocada para el lunes 11. Reiterando la voluntad de diálogo, Manzano Sosa pone un ejemplo para mostrar la cerrazón gubernamental: cuando los empresarios salen a pedir cambios a las leyes anticorrupción, Peña Nieto envía la iniciativa, se trabaja de inmediato y se aprueba. La CNTE lleva marchando desde 2013 y la respuesta ha sido la radicalización del proceso represivo. Y es que, asegura, la justificación en las mesas es que no le corresponde al Ejecutivo reformar la ley, pero observa que, cuando sí quiere hacerlo por presión empresarial, se da línea y de inmediato los resortes legislativos operan. Terminar con movimientos sociales Para la sección 22 el objetivo del Estado mexicano es terminar con los movimientos sociales y se proclaman como uno de los más fuertes. A raíz de la problemática educativa, lo que el gobierno intenta es hacer un examen punitivo hacia los trabajadores de la educación a la que se opusieron. “El Estado responde con una represión: cancela las cuentas de la sección, cancela los salarios de los dirigentes, empieza una represión administrativa, selectiva, se dejan de hacer trámites que por derecho les corresponden”. Siguieron las primeras órdenes de aprehensión: Efraín Picazo Pérez, Othón Nazariega Segura, Juan Carlos Orozco Matus y Roberto Jiménez el 28 y 29 de octubre de 2015. “Fue la primera ola de represión y encarcelamiento, a partir de ahí el Estado mexicano inicia una campaña mediática en contra de ellos y del magisterio como suele hacerlo cuando detiene a líderes sociales”, dice Manzano. [caption id="attachment_444933" align="alignnone" width="1200"]Maestros de la CNTE bloquean la autopista México-Oaxaca. Foto: Octavio Gómez Maestros de la CNTE bloquean la autopista México-Oaxaca. Foto: Octavio Gómez[/caption] Siguieron las detenciones del tesorero, Aciel Sibaja Segura, por lavado de dinero; siguió Heriberto Magariño, dirigente de la sección 22 en la región del istmo de Tehuantepec el 11 de mayo, mismo día en que se detuvo al secretario de Organización, Francisco Villalobos Ricárdez. Un día después fue detenido el secretario general Rubén Núñez Ginez. “Con esas detenciones pensaron que el movimiento iba a colapsar, que iba a irse a la confusión, pero no fue así. La reacción viene del fondo, porque pueden retener a todo el comité pero los liderazgos siguen ahí, hay muchas cabezas en la 22 y el movimiento no cede”. Manzano Sosa sostiene que el movimiento creció con los comités de padres de familias, organizaciones sociales y comunidades que se les sumaron. “A partir de ahí el gobierno federal plantea tregua y diálogo, pero intención real no hay de avanzar en resolver el conflicto, siguen los temas administrativos, retención de salarios, las órdenes de aprehensión, los compañeros en penales de procesos jurídicos a los que se violan sus garantías en los penales”. Y es que, afirma, en prisión los dirigentes se quejan de ser sometidos a castigos, quedar encerrados en calabozos, los han dejado encadenados sin derecho a patio ni a leer libros y no reciben alimentos como corresponde. “Amenazan a sus familias y amigos. Aun estando presos, todavía se siguen ensañando por intentar terminar con un movimiento social que, insistimos, está enraizado”. La cuenta de los muertos aumenta y, asegura que hay profesores graves que fueron heridos durante los operativos. En total, contabilizan 55 presos políticos sólo de 2013 a la fecha y lo mismo ocurre con los movimientos sociales que los apoyan. El referente histórico, asegura, es que hay 65 presos políticos en Oaxaca, por ejemplo, los Loxicha detenidos en los noventa, a quienes los vincularon al Ejército Popular Revolucionario (EPR). Además, el Frente Popular Revolucionario, tiene 25 presos por delitos electorales y, las organizaciones Comuna, Cipo-RFM, Flap, entre otras, han sido señaladas frecuentemente, para endilgarles ilícitos o actos de violencia. Morena y la guerrilla Después del operativo sangriento de Nochixtlán, declaraciones a medios del gobernador Gabino Cué así como de otros actores políticos y columnistas políticos, empezaron a señalar la participación lo mismo de la guerrilla con la sección 22, que la presencia de Morena y Andrés Manuel López Obrador detrás del movimiento magisterial. Para la sección 22, “son luchas que van en la misma línea pero llevan procesos diferentes. Nos queda claro que ningún partido político va a solucionar las causas del magisterio, la sociedad y los pueblos. Sabemos que los partidos no representan la democracia ni el avance, por eso tenemos una lucha aislada de partidos políticos”. Asegura que si la CNTE hubiera entrado a los partidos, estaría acabada porque la hubiera cooptado, sus dirigentes se habrían vendido. En el caso de Morena, hay coincidencia en algunos temas como la educación pública, la defensa de la soberanía y los recursos naturales. “No estamos en Morena y en su momento haremos la valoración de qué haremos en 2018. Lo que hay es apoyo solidario en temas coyunturales, que nos ayuda la solidaridad, pero ellos tienen sus objetivos, su línea trazada y el movimiento la propia”. --¿Tienen relación con la guerrilla? --Siempre le han achacado al movimiento magisterial que se ha trabajado con EZLN, EPR y diferentes guerrillas del estado de Oaxaca. Cuando se dan situaciones, salen con que fue guerrilla en Nochixtlán, que intervino en los procesos políticos, pero la sección 22 tiene sus objetivos claros. “Tampoco estamos contra la guerrilla. Ellos tienen sus principios en el pueblo, sus demandas justas, sus rutas y decidieron la vía de las armas. “En el movimiento magisterial decimos que es la lucha de las masas, a través de la conciencia política, la toma de las calles, la presión para los gobiernos, que puedan encausarse las demandas, son luchas objetivos en común pero cada quien tiene sus mecanismos. Cada quien tiene sus procesos de lucha y no estamos vinculados con el tema armado ni con Morena. Es una mentira para meter miedo en la sociedad”.

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