En México, más de 30 mil personas se perforan o tatúan cada año: Ssa

martes, 9 de agosto de 2016 · 13:38
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Secretaría de Salud (Ssa) dio a conocer que en México más de 30 mil personas se perforan o tatúan el cuerpo cada año, pero muchas veces no se toma en cuenta las complicaciones que esas prácticas pueden desencadenar. De acuerdo con la coordinadora de la Clínica de la Adolescencia del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, Liz Sosa Mora, antes de llevar a cabo esas acciones es importante tener en cuenta que puede haber reacciones alérgicas, infecciones cutáneas y sistémicas como la hepatitis B y C, tétanos y VIH, porque muchas veces se realizan en establecimientos que no cuentan con todas las medidas higiénicas. En un comunicado, la psiquiatra indicó que los adolescentes y jóvenes se realizan perforaciones o piercing por diferentes razones: como un acto de rebeldía, para reafirmar su personalidad, simplemente por imitación o por la necesidad de cambiar su apariencia porque no están conformes con su aspecto. Según la especialista, este acto también representa una agresión al cuerpo que, dentro de las necesidades de cada joven, puede utilizarse como intento para llenar un “vacío”, soledad o depresión, provocando una sensación de placer, así como otras formas de satisfacción. Ello, agregó, les puede generar problemas en el entorno familiar y rechazo por un sector de la sociedad, por lo que la comunicación entre padres y adolescentes es importante. Subrayó que en el contexto actual, además de considerarse un artículo de moda, la aplicación del piercing o perforación tiene connotaciones psicológicas, sociales y emocionales, principalmente en adolescentes y jóvenes. Incluso para algunos jóvenes esta “moda” puede derivar en una adicción, pues conlleva problemas de ansiedad y trastornos psiquiátricos, por lo que sería el momento de buscar ayuda profesional, añadió. Según la especialista, se debe trabajar con los adolescentes y jóvenes en el ámbito psicológico, ya que a largo plazo pueden tener consecuencias en los aspectos laboral y social. El estigma, explicó la psiquiatra, no es la expresión de perforarse o colocarse un piercing, es con relación a la sociedad, ya que estas acciones son sinónimo de rebeldía e incluso de poca capacitación y falta de responsabilidad, lo que implica que no puedan acceder a un empleo.

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