CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Cuestionada la reforma educativa, etiquetada por el gobierno federal como la iniciativa primordial de la administración de Enrique Peña Nieto, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, pidió “paciencia” y “madurez” antes de hacer cambios a la legislación, demanda de un amplio sector del magisterio a la que se han sumado legisladores y representantes de la sociedad civil. “Hay que tener la paciencia y la madurez  como república, como país, y dejar que este proceso concluya para hacer la valoración de los cambios que requiera a nivel legislativo (…) Sería imperdonable que por enfrentar algunas dificultades, por vivir en la coyuntura, no tengamos la capacidad como nación de concluir un proyecto tan profundo”, dijo este jueves el funcionario desde el patio central de la antigua sede del Senado. En el marco del foro “A tres años de la Reforma Educativa”, convocado como un ejercicio de reflexión y balance sobre los resultados conseguidos a iniciativa de los senadores Juan Carlos Romero Hicks, presidente de la Comisión de Educación en el Senado, y Miguel Barbosa, presidente del Instituto Belisario Domínguez, Nuño insistió en que no se requieren cambios legislativos. “La reforma educativa que aprobó esta soberanía es adecuada, correcta, que responde a las necesidades legislativas para hacer la transformación de ese sistema educativo que teníamos en 2012. “Estamos en un proceso y falta mucho. Hay áreas centrales de la reforma que no han iniciado. Por eso, desde nuestra óptica, la valoración sobre qué está funcionando y qué debe de cambiar de la legislación educativa, debe esperar a que la reforma esté en marcha, a que se esté implementando y a que conozcamos realmente cómo está funcionando”, argumentó el secretario. Y concluyó: “Después de ese proceso, cuando (la reforma) esté plenamente implementada, cuando esté funcionando, hagamos las evaluaciones y las valoraciones como nación, como país, para saber qué es lo que eventualmente tiene que cambiar de la legislación”. Pero Romero Hicks y Barbosa difirieron. Luego de admitir que la reforma ocasionó una ruptura con el magisterio, a partir de posibles fallas en la elaboración de la reforma, Romero Hicks hizo un claro llamado a los legisladores: “Debemos reconocer que hay algunos temas, desde el trazo original, que probablemente tendremos que volver a revisar”. Barbosa coincidió: “La Secretaría de Educación Pública no quiere que haya cambios legislativos. Nosotros creemos que no debe haber una cerrazón”, lanzó el perredista. Más tarde, en una exposición sobre los procesos de ingreso, promoción y permanencia docente, durante el mismo foro, la presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Silvia Schmelkes, aseguró que en los días próximos se estarían presentando modificaciones a las evaluaciones magisteriales, lo que en un inicio se calificó como “el corazón” de la reforma educativa y principal punto de conflicto con los maestros. “El hecho de que las valoraciones de la evaluación de desempeño reportaran tantas irregularidades, y sobre todo tanta insatisfacción por parte de los docentes por los resultados de estas, el INEE está preparando este momento un replanteamiento”, dijo Schmelkes. Si bien aclaró que dichos cambios no requerirían modificación alguna en la discutida ley, concedió: “No es borrón y cuenta nueva. Estamos replanteando aquello que no funciona bien”.