Empresa ligada a cuñado de Salinas gana licitación para construir hospital del ISSSTE en Mérida

martes, 23 de agosto de 2016 · 19:49
MÉRIDA, Yuc. (apro).- La Constructora y Edificadora GIA+A, que preside Hipólito Gerard Rivero, cuñado del expresidente Carlos Salinas de Gortari, se adjudicó el contrato por la ruta de Asociación Público Privada (APP) para la construcción y prestación de servicios de un hospital del ISSSTE en esta ciudad. GIA+A vendió la idea original del proyecto en abril de 2014 bajo el esquema de “propuesta no solicitada” (PNS). Por ley, tuvo que competir por la adjudicación de su proyecto contra varias empresas en una primera licitación que en junio pasado fue declarada desierta, debido a que la oferta de los interesados excedía el presupuesto previsto por la institución. En una segunda licitación, la constructora del hermano de Ana Paula Gerard, que desde 2010 y hasta el año pasado sumaba ya cerca de 10 mil millones de pesos en contratos de obra pública (Proceso 1990), se hizo ayer del contrato para la consumación del proyecto. El pacto es a 27 años: dos para la fase de construcción, que costará 602.6 millones de pesos, y un cuarto de siglo para la prestación de servicios al nosocomio, por los que GIA+A recibirá del ISSSTE 175.3 millones de pesos anuales. Con este esquema, la compañía pagará la construcción del hospital. A cambio, el ISSSTE le prorrateará durante 25 años un total de 4 mil 382 millones de pesos por la prestación de los servicios hospitalarios, de mantenimiento y hasta telefonía e internet. El dictamen de evaluación del ISSSTE dice que “el pago es el resultado de la suma del costo del diseño, financiamiento, construcción, equipamiento, operación y mantenimiento del proyecto, así como el costo de riesgo transferible y la utilidad esperada por el desarrollador”. Añade que “la aportación de la dependencia se expresa en pagos diferidos prorrateados en el tiempo de desarrollo de la APP, y corresponde al flujo de pagos periódicos que el ISSSTE comprometerá ante del desarrollador para solventar la totalidad del contrato APP, de modo tal que satisfaga su condición de equilibrio económico-financiero, y el retorno exigido al capital”. No obstante, en el proyecto se aclara que los costos de “diseño, implementación, construcción, equipamiento, operación y mantenimiento durante el horizonte de evaluación”, están todos “expresados en precios 2015, año base de comparación, por lo que los efectos de la inflación futura esperada no se incluyen”. El proyecto fue disputado por 14 oferentes, entre otras compañías, Promotora y Desarrolladora Mexicana, Grupo Inmobiliario Marhnos, Prodemex, Sacyr Concesiones, Acciona e Ingeniería y Desarrollo Inmobiliario y Constructora IGSA. La clínica-hospital de Mérida, que será de segundo nivel y tiene su justificación en la sobresaturación del hospital regional del ISSSTE, constará de 66 camas censables, 25 ambulatorias, 15 de urgencias, 18 consultorios y tres quirófanos. La obra se edificará en un terreno de 25 mil metros cuadrados y debe estar concluida en diciembre de 2017. En su evaluación de viabilidad económica y rentabilidad social del proyecto, el ISSSTE consigna que “en su PNS el Promotor consideró viable desde el punto de vista social y financiero, la construcción y equipamiento de una Clínica Hospital que permita proporcionar al Instituto los servicios de salud de segundo nivel en el estado de Yucatán”. Lo anterior, para “liberar la capacidad del Hospital Regional de Mérida (HRM) para atender a los servicios de tercer nivel, ya que actualmente parte importante de la infraestructura del HRM está siendo utilizada para atender los servicios de segundo nivel”. Y destaca que dicho documento “se elaboró con base en el manual que establece las disposiciones para determinar la rentabilidad social, así como la conveniencia de llevar a cabo un proyecto mediante el esquema de Asociación Público-Privada”, publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En la introducción del documento se destaca que del análisis y cálculo basado en la metodología del Comparador Público Privado (CPP) “se obtiene un Valor por el Dinero (VPD) positivo, lo que indica que la construcción de la Clínica Hospital en Mérida Yucatán bajo un esquema APP es más económica y eficiente que desarrollar el proyecto a través de métodos presupuestales tradicionales”. Aclara que en este proyecto, “el desarrollador será el encargado de diseñar, construir, equipar, operar y dar mantenimiento a la infraestructura de la Clínica Hospital, mientras que el ISSSTE se encargará de proveer los servicios médicos”. El hospital de Ticul El del ISSSTE no es el único proyecto hospitalario que se planeó construir en Yucatán bajo la figura de APP. El primero fue impulsado por el gobierno estatal en la postrimería del quinquenio de Ivonne Ortega Pacheco y dejó comprometidas las arcas públicas a las subsecuentes cinco administraciones. Se trata del hospital de Ticul. El contrato para el proyecto, por casi 5 mil 600 millones de pesos prorrateados a 25 años, fue otorgado a Infraestructura Hospitalaria de la Península S.A.P.I. (IHP), filial del desprestigiado Marhnos Construcciones, de los hermanos Íñigo y Nicolás Mariscal Servitje, sobrinos del dueño de Bimbo, Lorenzo Servitje. Para la construcción del nosocomio, que originalmente constaba de 60 camas censables, el Congreso aprobó a la exmandataria en 2011 los 300 millones de pesos que dijo que costaría. No obstante, a la hora de formalizar el contrato, en septiembre de 2012, sin explicaciones, el proyecto fue modificado a 90 camas y su costo elevado a 948.8 millones de pesos. La construcción, que inició en octubre de ese año, quedó trabada en la mitad de su avance, mientras que las partes se baten en duelo de litigios. Por una parte, el gobierno del estado –ahora bajo el mandato de Rolando Zapata Bello– rescindió el contrato a Infraestructura Hospitalaria de la Península, S.A.P.I. de C.V., y su obligado solidario, Marhnos Construcciones S.A. de C.V, ante la negativa de para explicar el desfase del proyecto. En respuesta, según reveló en julio pasado el portal Mayaleaks, la contraparte demanda al gobierno de Yucatán el pago de 253 millones de pesos como compensación por la terminación anticipada de ese contrato. Mediante un comunicado del 6 de mayo del año pasado, el gobierno de Zapata Bello anunció que ese día “notificó formalmente a tal empresa la recisión del contrato referido en virtud de no haber cumplido con la entrega de la obra y el inicio de la prestación de los servicios en los plazos establecidos en el propio contrato y convenio modificatorio, una vez que éstos ya han vencido”. La administración recordó que la fecha “de entrega total del edificio equipado estaba fijada para el 15 de octubre de 2014 y la fecha de inicio de funcionamiento para el 15 de enero de 2015”. El mandatario instruyó al secretario de Salud, Jorge Mendoza Mézquita “a que, de manera coordinada con las autoridades federales en la materia, analicen los avances existentes y los efectos del proceso de recisión para actualizar el proyecto integral dirigido a fortalecer la infraestructura y servicios de salud en Ticul y en su región de influencia”. De acuerdo con el portal Mayaleaks, Marhnos Construcciones –que además de construir, se encargaría de diseñar, equipar y dar servicios operativos y de mantenimiento al nosocomio– recurrió a la Corte Internacional de Arbitraje, con sede en París. Ante esa instancia internacional, Merhnos solicitó el 14 de abril del año pasado una solicitud de arbitraje sobre los incumplimientos contractuales del proyecto del hospital de Ticul. La página señala también que ese grupo empresarial construyó bajo el mismo modelo de PPS el Hospital Regional de Tlalnepantla, en el sexenio de Enrique Peña Nieto como gobernador del Estado de México. Mientras tanto, el hospital de Ticul continúa inconcluso.

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