'Macho”: Superficial y aburrida (Trailer)

viernes, 18 de noviembre de 2016 · 09:12
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Por un lado, resulta necesario que el tema de la diversidad comience a aparecer más y más en la industria del entretenimiento. Se agradece. Así que Macho (México- 2016), de alguna manera, es una película necesaria. Lo que no se agradece es que esté llena de lugares comunes y sin sentidos que ni divierten ni aportan a la trama y menos a la discusión. La película dirigida por Antonio Serrano y estelarizada por Miguel Rodarte, Cecilia Suárez, Renato López y Aislinn Derbez, gira en torno a Evaristo Jiménez (Rodarte), un diseñador exitoso cuyo prestigio no radicaba tanto en su habilidad para el diseño, sino porque es gay. Pero todo esto es una fachada. Evaristo es en realidad un macho hecho y derecho que busca sexualmente a cuanta mujer puede. Cuando su secreto amenaza con salir a la luz, su socia (Suárez) le sugiere que tenga un novio (López) para mantener las apariencias. A regañadientes, Evaristo accede, lo cual deviene en una sarta de enredos que diluyen la trama y aburren sobremanera. La película, que en un inicio nos podría recordar a Modisto de señoras de Mauricio Garcés, falla en establecer un mundo “al revés”, donde un heterosexual debe ocultar su preferencia para triunfar. El planteamiento resulta inverosímil, en parte porque está construido por clichés. De entrada, hubiera sido mejor establecer a un diseñador genial, que resalta por su talento y no por su preferencia, en vez de abordar el tema de manera tan obvia. Por si fuera poco, conforme avanza la trama, el hilo conductor se va desestructurando: los recursos que hacen que la trama avance parecen sacados de la manga y nos preguntamos si estamos viendo una película de crítica social, una comedia de enredos o una comedia romántica. Los personajes se vuelven meros estereotipos, esos que se quieren combatir, y en consecuencia cada actor está en su rollo y en el tono que mejor le parece. Macho carece de argumentos inteligentes y una historia congruente. Al final no aporta nada a la reflexión sobre la diversidad, y tampoco divierte. Una película de Zac Efron resulta más iluminadora.

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