CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Sin aglomeraciones, autoridades federales, del gobierno de la Ciudad de México y del sector empresarial cortaron el listón para dar inicio a El Buen Fin. No hubo grandes compras en la plaza Reforma 222, poca gente caminaba por los pasillos pasadas las 11 de la noche. Ni tampoco de quienes inauguraron el fin de semana "con más ofertas" del año. Al acto asistieron el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicio y Turismo (Concanaco-Servytur), Enrique Solana Sentíes; el titular de la Procuraduría Federal del Consimidor (Profeco), Ernesto Nemer Álvarez; el secretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de México (Sedeco), Salomón Chertorivsky, así como la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado. Fue un acto rápido. Los funcionarios y empresarios se pasearon por el Sanborns instalado en la plaza. Bromearon y compraron libros, nadie se animó por un electrodoméstico o aparato electrónico, ni ropa. En el lugar prácticamente eran los únicos al terminar el evento, luego lo cerraron inmediatamente. Al tomar el micrófono, Patricia Mercado abogó por el aumento al salario mínimo "para que las personas con escasos recursos puedan consumir en este tipo de promociones". Mercado aseguró que el acto también representó "una alianza entre empresarios, gobierno y consumidores, cuando parecen tiempos de confrontación". Por su parte, Chertorivsky adelantó que los mercados públicos y sobreruedas participarán por primera vez en el Buen Fin. También llamó a gastar responsablemente. Así fue el corte de listón del fin de semana "promocional", sin gente y en una de las plazas más concurridas en la ciudad pero también en un entorno incierto, con un tipo de cambio en niveles superiores a los 20 pesos, con una tasa de interés recién aumentada por el Banxico, la cual encarece el crédito y el consumo; además de una economía mexicana que no levanta, ni con reformas. De esto último, no se dijo una palabra.