CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Luego de que la semana pasada la editorial española Drácena retirara el cintillo del libro Reencuentro de personajes, de Elena Garro, que lectores calificaron de “machista” en redes sociales, Patricia Rosas Lopátegui, especialista en la obra de la narradora lanzó una petición en Change.org para que se retire el volumen. Además, a su entender, el epílogo y la contraportada resultan “tendenciosos, amarillistas y mal informados”. El cintillo la presentaba como “Mujer de Octavio Paz, amante de Bioy Casares, inspiradora de García Márquez y admirada por Borges”, y fue muy criticado por lectores que la calificaban de “la peor faja de la historia de la literatura”, así como sexista y misógina. Cuando la polémica llegó a México, ejerció mayor presión y Drácena –que reeditó la novela de Garro con motivo del centenario de su nacimiento– anunció la semana pasada que retiraría el cintillo luego de la siguiente explicación: “Con la faja queríamos poner en contexto la importancia literaria de Elena Garro, autora totalmente desconocida en España… La forma de hacerlo ha sido totalmente errónea y vamos a dar orden a las distribuidoras para que retiren la faja lo antes posible de todos los libros.” Pero la situación no paró ahí. Rosas Lopátegui leyó el epílogo escrito por Martha Sanz, así como la contraportada, y le parecieron “aberrantes y desinformadas”: “Se dedican a ensalzar a Octavio Paz en detrimento de Elena Garro, esta misma diatriba que se ha establecido desde hace 50 años en el ámbito cultural mexicano y que rebasa las fronteras: Octavio Paz el Premio Nobel y Elena Garro la escritora promiscua, loca, traidora de los intelectuales (por lo del 68). Y que hasta hoy persista el desconocimiento del activismo político y social de ella; por ejemplo, se le acusa de la masacre de Tlatelolco, cuando sabemos que la matanza fue perpetrada por el gobierno de Díaz Ordaz, y que Luis Echeverría desempeño un papel muy importante en ella. “La función de un epílogo es acercar al lector a la novela y no hablar de su aborto, producto de su relación con Bioy Casares. Nadie merece una degradación así.” A raíz de esto, la doctora en literatura latinoamericana explicó que el domingo 4 subió la petición a Change.org dirigida a los editores de Drácena, con la consigna “Exigimos se retire del mercado la novela Reencuentro de personajes de Elena Garro”: “Podría haber un acercamiento (con la editorial), y si puedo escribirle a la autora del epílogo, a quien no conozco, o saber si hay alguien detrás, porque parece una campaña mafiosa.” –¿Qué puede decir de aquellos que consideren la petición exagerada? –Seguimos adoctrinados bajo conceptos machistas. ¿Nos consideran exagerados cuando atacamos la misoginia? Si hicieran algo así con un libro de Vargas Llosa o García Márquez, Fuentes, Rulfo, o cualquier otro de los grandes autores, en primer lugar no saldrían, y si fuese así, también se defenderían. Y acto seguido leyó un fragmento del epílogo: Se casó muy joven con un prometedor Paz, será la figura central de su vida, no sólo por la talla intelectual del poeta sino porque su estímulo resultaría fundamental para que se convirtiese en escritora… “Podrá ser libertad de expresión pero es misógino, y ves el desconocimiento de la vida de Garro, quien desde muy temprana edad leyó a todos los clásicos, griegos, latinos, españoles, ingleses, alemanes, de la filosofía oriental, fue coreógrafa del teatro universitario, y todo antes de casarse con Paz, tenía una formación sólida, muy culta e incluso llegó a ser admirada por el grupo de Los Contemporáneos. “Nunca se habla de la influencia de ella en la obra de Paz, no dudo que una vez casándose se hayan nutrido ambos, seguro que sí es normal en una pareja, pero son dos universos muy distintos.”