Vuelve la Cepal a reducir pronóstico de crecimiento para México

miércoles, 14 de diciembre de 2016 · 20:34
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Por donde se le vea, el panorama económico del país no parece mejorar, al contrario, hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) redujo su pronóstico de crecimiento económico para México a 2% para este año. Aún peor, para el siguiente año, el Producto Interno Bruto (PIB) del país se ubicará en 1.9%, según el organismo encabezado por Alicia Bárcena; además, esta cifra está en riesgo si el presidente electo estadounidense, el republicano Donald Trump, decide cumplir sus promesas como cancelar o condicionar el Tratado de Libre Comercio, y cobrar impuestos a las remesas. En octubre pasado, el organismo había reducido el pronóstico de crecimiento para la economía mexicana, en ese entonces del 2.3% al 2.1%. La Cepal señaló que entre los factores que inciden directamente en la desaceleración del PIB nacional, están el desempeño negativo del sector manufacturero de los Estados Unidos, que está altamente vinculado a las exportaciones mexicanas; la inestabilidad económica y financiera internacional, y la disminución de los ingresos principalmente provenientes del petróleo y de la inversión pública, lo que ha generado una desaceleración del consumo interno en la segunda parte del año. También existen riesgos a la baja ligados a efectos extremos en la relación comercial con Estados Unidos y al cambio de las condiciones financieras internacionales ante el sensible incremento de las tasas de interés externas. De acuerdo con el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2016, elaborado por el organismo, al 30 de noviembre de 2016, el peso mexicano registraba una depreciación nominal con respecto al dólar de los Estados Unidos de un 18,9% (del 15.5% en términos reales) con relación al cierre de 2015, principalmente vinculada a las elecciones estadounidenses, la reducción de los precios internacionales del petróleo, la incertidumbre financiera internacional y el débil desempeño de la economía mundial. No sólo el tipo de cambio se ha visto afectado, el motor externo continúa averiado: entre las exportaciones no petroleras, las dirigidas a Estados Unidos (un 81.1% del total exportado) cayeron un 3.3% (como resultado del desempeño negativo de la actividad industrial de ese país) y las canalizadas al resto del mundo disminuyeron un 5.7% a tasa anual. El valor de las importaciones totales en igual período cayó un 3.1%, debido a descensos pronunciados de las importaciones no petroleras (-2.1%) y petroleras (-12.8%). 2016: Reducción de IED, salida de capitales… Por otra parte, la Cepal informó que las remesas familiares en los primeros nueve meses del año alcanzaron los 20 mil 046 millones de dólares, es decir, un 7.7% más con respecto al mismo período de 2015. “Con ello, el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos al tercer trimestre de 2016 sumó 23.086 millones de dólares, cifra equivalente a un 2,2% del PIB”, precisó. Por otra parte, la captación de recursos en la cuenta financiera acumuló 21 mil 195 millones de dólares en los primeros nueve meses del año, un 11.7% menos con respecto al mismo período de 2015. En cuanto a sus componentes, el flujo de inversión extranjera directa (IED) fue de 19 mil 773 millones de dólares, lo que significó un descenso del 23% con respecto a lo acumulado hasta septiembre de 2015. También se observó la salida de capitales por cuarto año consecutivo, vinculada al retiro de activos de otra inversión por 23 mil 193 millones de dólares (un 45% más que en igual período de 2015). Bajo crecimiento a nivel mundial El 2016 no ha sido el año de México, ni tampoco de la economía mundial. Durante este año, la economía mundial mantuvo la tendencia de bajo crecimiento que ha venido mostrando en los últimos ocho años y alcanzó una tasa de expansión del 2.2%, la más baja desde la crisis financiera internacional del período 2008-2009. Al igual que en años anteriores, la dinámica del crecimiento fue empujada por las economías en desarrollo, cuya expansión fue del 3.6% en 2016, mientras que las economías desarrolladas crecieron un 1.5%. Por su parte, el PIB de América Latina y el Caribe disminuyó un 1.1%, lo que se tradujo en una reducción del 2.2% del PIB por habitante de la región. “Esta tasa negativa de crecimiento del PIB representa la continuación del proceso de desaceleración y contracción de la actividad económica en que ha estado inmersa la región desde 2011”, señaló la Cepal.

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