Llegan 250 gendarmes a Veracruz por ola de saqueos; suman 300 detenidos

viernes, 6 de enero de 2017 · 10:11
XALAPA, Ver. (apro).- El gobernador de Veracruz, el panista-perredista Miguel Ángel Yunes Linares, confirmó que ya van "más de 300 detenidos" por participar en los saqueos a plazas comerciales, tiendas de conveniencia y supermercados en 5 municipios de Veracruz. Yunes Linares dio la "bienvenida" está mañana a 250 elementos de la Gendarmería Nacional que ayudarán a la Secretaria de Marina, Fuerza Civil y a la Secretaria de Seguridad Pública a contener la ola de saqueos que desde el miércoles por la tarde vienen azotando a los municipios de Veracruz, principalmente en la zona conurbada del puerto, Boca del Río y Medellín de Bravo. La mayoría de los detenidos por "saquear" y protagonizar actos vandálicos se ha hecho en flagrancia, expresó el titular de la SSP, Jaime Tellez Marie. Ayer por la tarde, Yunes Linares acudió a Plaza Las Brisas a "corretear" y encarar a saqueadores, al recorrer el centro comercial también pidió mesura a las madres de familia y a menores de edad. Diez minutos después de que se retiró el mandatario estatal, los atracos se reactivaron en Chedraui y en la tienda Contino de ese mismo lugar. La madrugada de este viernes, en el sur de la entidad, en municipios como Jaltipan y Agua Dulce los saqueos se intensificaron en los principales comercios de la cabecera municipal. Los cuerpos policiacos tuvieron que lanzar disparos al aire y corretear a los saqueadores por varias cuadras, como una medida para detener los atracos. En otros municipios, quienes están incitando a los atracos suelen acudir con el rostro cubierto con "paliacates" y con sudaderas para cubrirse la cabeza y evitar ser "detectados" por las cámaras de vigilancia. En Medellín de Bravo y en las inmediaciones de Puente Moreno, el "saqueo" se generalizó en todas las tiendas de conveniencia y pequeñas abarroteras. Tras días de "saqueos", el gobierno de Yunes Linares no ha querido aventurarse y señalar infiltraciones de algún partido político (PRI en este caso) u agitaciones de la delincuencia organizada.

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