Líder del PRI en San Lázaro denuncia 'emboscada a jitomatazos”

miércoles, 18 de enero de 2017 · 22:42
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Indignado por haber sido objeto de una “emboscada a jitomatazos”, el coordinador del PRI en San Lázaro, César Camacho Quiroz, dijo que “los autores intelectuales… habrán de sufrir las consecuencias jurídicas de un acto que no sólo atenta contra la dignidad de las personas sino que, por supuesto, tendrá efectos en el mundo jurídico”, e incluso calificó de “inaceptable” el acto. En su cuenta de Twitter, César Camacho fustigó: “Cobarde, la emboscada de que fui objeto es reprobable en el debate democrático que promovemos. Que prevalezca la política sobre la fuerza”. Más tarde, y arropado por seis legisladores, entre ellos el sinaloense Enrique Jackson, el coordinador del PRI, exdirigente nacional de su partido y exgobernador del Estado de México tachó de “cínicos que no tienen ningún escrúpulo” a quienes le aventaron los jitomates. En rueda de prensa ubicó al exdelegado de Miguel Hidalgo, el panista Arne Aus Den Ruthen Haag como la persona que encabezó la “lluvia de jitomatazos”, y dijo que tales actitudes “enturbian el panorama, pero ni ellos ni por nadie que adopte actitudes similares nos vamos a arredrar”. Luego narró el hecho: “Estaba a punto de llegar al recinto del Palacio de Minería cuando llamaron mi atención, a mi derecha y, advierto que fue el propio Ruthen Arne, que llamó la atención haciéndome voltear a la derecha, cuando recibí impactos en la espalda; entonces es evidente que se trata, insisto, de un acto alevoso; es decir, un acto premeditado, en donde la ventaja de la sorpresa del número hace, incluso, que esto sea una expresión de cobardía”, acusó. Luego sostuvo lo único que alcanzó a escuchar fue que ello era por el “bono navideño” (de 150 mil pesos que recibieron los diputados federales). Aclaró que quienes lo “agredieron” no saben que ese dinero se donó a una institución de beneficencia. “Fui, literalmente, agredido por un grupo de jóvenes que, con absoluta alevosía, con una actitud cobarde y cínica, y digo esto último porque lo han reivindicado en las redes sociales, fueron autores de una franca agresión que es intolerable. “La libertad de expresión –acotó– tiene un límite y, aunque pudiera ser respetable la causa, es inaceptable la manera de hacerlo agrediendo, no sólo físicamente, sino en términos simbólicos” La agresión a jitomatazos que sufrió dijo que no sólo motivará una acción de rechazo, sino “denuncia penal”, pues es parte dela comisión de un delito que lo único que hace es “enturbiar el clima político que debe tener como característica el respeto por la forma de pensar de los demás, en un país en el que queremos consolidar el régimen de libertades y la democracia participativa. “Es inaceptable este tipo de expresiones que no vamos a tolerar en modo alguno… Una sociedad madura afecta al pluralismo, no puede aceptar ni tolerar estas expresiones que lo que hacen es crispar los ánimos de los mexicanos que, lo que hoy necesitamos, son mayores elementos para la cohesión y para hacerle frente a los retos que estamos enfrentando. Incluso advirtió que el acto no lo permitirán y menos la impunidad. Ante la pregunta de si tomará medida especiales para no volver a ser objeto de ataques, respondió que no: “Si algo apreciamos es la libertad, y nosotros queremos seguir, mis compañeras y compañeros del Constituyente de la Ciudad de México, como hasta ahora, caminar, transitar como hasta ahora por las inmediaciones del Palacio de Minería y de la vieja casona de Xicoténcatl, en un clima de absoluta confianza que no vamos a cambiar ante este tipo de amenazas de gente sin escrúpulos, que no tienen ninguna autoridad para llamar a nadie al cambio de actitud.” También sostuvo que aunque pudiera tratarse de un delito “administrativo”, se valorará si el hecho de haberlo realizado “en forma tumultuaria como lo hicieron, con el franco afán de provocar un daño, se queda en una ocurrencia; este es un acto, no sólo contrario a la ley, sino contrario a los más elementales principios de la convivencia humana”. Y añadió: “Un país que tiene una democracia en consolidación, no puede darse el lujo de dejar que una gente sin escrúpulos y sin autoridad, pretenda embozarse en un pretexto para cometer delitos, para lesionar la dignidad de las personas.”

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