Washington (apro).- La capital de Estados Unidos quedó lista para la toma de posesión de Donald Trump, en medio de rigurosas operaciones de seguridad enfocadas a garantizar el orden durante la transferencia de poder que se realizará en las escalinatas del Congreso federal. Trump llegó a esta capital un día antes de asumir formalmente la presidencia, y de inmediato inició el proceso de transferencia de poderes al encabezar un almuerzo con legisladores federales y varios de sus nominados para integrar el gabinete presidencial. “Estoy muy contento y preparado para gobernar al país”, declaró el magnate en el salón de su hotel, donde agasajó a los congresistas republicanos y a sus asesores. El Servicio Secreto y cientos de policías del Distrito de Columbia colocaron vallas y barricadas en las calles aledañas a la Casa Blanca y el Capitolio, que forman parte del gigantesco perímetro de seguridad para el gran evento político. Después del almuerzo, Trump se dirigió a Casa Blair, la residencia que el gobierno ofrece a los dignatarios en visitas de Estado y que se encuentra exactamente frente a la Casa Blanca. Luego de descansar ahí unos minutos, salió con su esposa, Melania, al Cementerio de Arlington para depositar una ofrenda floral en la tumba del Soldado Desconocido, acto con el que de manera formal dio inicio a la ceremonia oficial para asumir como el presidente número 45 de Estados Unidos. Concluido el acto en el que se le reconoció como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Trump, su esposa, su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner asistieron a un concierto musical en el Monumento de Abraham Lincoln. En los eventos con los que arrancó el proceso de transición de poder destacó la ausencia de estadunidenses afroamericanos o de origen latino. A diferencia de lo ocurrido años atrás, cuando Barack Obama asumió la presidencia, las calles de Washington estaban semivacías, sin ese crisol étnico que brindaba entusiasmo y alegría con la llegada a la Casa Blanca del primer presidente negro. A lo largo de la avenida Pensilvania, desde las escalinatas del Capitolio hasta la Casa Blanca, quedaron listas las gradas para que los asistentes a la “fiesta de Trump” presencien el desfile marcial y tradicional en honor a su nuevo presidente. Al mismo tiempo que Donald Trump inauguraba el festejo político, en el Congreso continuaban las audiencias de confirmación de los nominados para integrar el gabinete presidencial. El Comité de Finanzas de la Cámara de Senadores, Steve Mnuchin, nominado por el magnate para ser secretario del Tesoro, fue sometido a un minucioso escrutinio por parte de legisladores demócratas en torno de sus empresas e inversiones ligadas a las grandes firmas financieras que cotizan en Wall Street. Esquivando los cuestionamientos de los demócratas, Mnuchin se limitó a dar pinceladas de la política fiscal y económica que se implementará en la presidencia de Trump. “La creación de empleos e incentivar las inversiones con una reforma fiscal es la gran prioridad del próximo gobierno”, declaró. Sean Spicer, próximo secretario de Prensa de la Casa Blanca, celebró su primera conferencia con los reporteros en esta ciudad, y adelantó que una las primeras acciones ejecutivas de Trump será la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte firmado con México y Canadá.