Banxico aumenta la tasa de interés a 6.25%

jueves, 9 de febrero de 2017 · 18:34
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Banco de México (Banxico) decidió incrementar la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 50 puntos base para situarla en 6.25%. En un comunicado, el banco central explicó la principal razón del alza: Se busca “evitar contagios al proceso de formación de precios en la economía, anclar las expectativas de inflación y reforzar la contribución de la política monetaria al proceso de convergencia de la inflación a su meta”. La institución encabezada por Agustín Carstens adelantó que la inflación se mantendrá en niveles superiores a 4% a lo largo del año, y será hasta 2018 cuando retome su tendencia al objetivo planteado por el Banxico, que es de 3% (+/- un punto porcentual). “En efecto, se espera que la inflación durante el año en curso se vea afectada de manera temporal tanto por cambios en precios relativos de las mercancías respecto de los correspondientes a los servicios, derivados de la depreciación que ha presentado el tipo de cambio real, como por el impacto transitorio de la liberalización de los precios de las gasolinas”, señaló. No obstante, se anticipa que durante los últimos meses de este año y en 2018, tanto la inflación general como la subyacente retomen la tendencia convergente al objetivo de 3%, a medida que se vayan desvaneciendo los efectos de los choques mencionados. Sin embargo, dicha previsión está sujeta a riesgos. Al alza, el riesgo principal radica en que se eleven aún más las expectativas de inflación. Ello podría darse como consecuencia, por una parte, de que, derivado de la incertidumbre que prevalece en el entorno externo, la moneda nacional experimente depreciaciones adicionales y, por otra, que los incrementos en los precios de los energéticos hasta ahora registrados eleven más allá de su impacto natural los precios de aquellos bienes y servicios que los utilizan como insumos en su producción. Adicionalmente, existe el riesgo de que se susciten aumentos de precios de bienes agropecuarios, si bien su impacto sobre la inflación tendería a ser transitorio. Por su parte, entre los riesgos a la baja sobresalen la posibilidad de que se presente una apreciación de la moneda nacional; reducciones adicionales en los precios de algunos insumos de uso generalizado propiciadas por las reformas estructurales; que el comportamiento futuro de las referencias internacionales y una mayor competencia entre los proveedores de gasolina en el país resulten en precios menores de los energéticos, y que la actividad económica nacional se desacelere más de lo anticipado. Persisten complicaciones De acuerdo con el Banco de México, desde la última decisión de política monetaria en el país, la volatilidad en los mercados financieros internacionales ha tendido a disminuir. En contraste, la correspondiente a los mercados financieros nacionales se incrementó a partir de enero pasado, principalmente como reflejo del riesgo de posibles cambios en la relación económica entre México y Estados Unidos. La cotización de la moneda nacional registró una depreciación adicional, mientras que las tasas de interés para todos los plazos y sus diferenciales con las de Estados Unidos también presentaron aumentos, aunque en ambos casos éstos fueron menores en los plazos largos. No obstante, en las últimas semanas tanto el tipo de cambio como las tasas en pesos han presentado una reversión considerable, si bien se mantienen en niveles superiores a los observados antes de las elecciones en la Unión Americana. “El entorno de incertidumbre que continúa enfrentando la economía nacional hace especialmente relevante que las autoridades fortalezcan los fundamentos macroeconómicos del país, consolidando las finanzas públicas y ajustando la postura de política monetaria al ritmo que sea oportuno”, consideró el organismo central. El Banxico también señaló que la liberalización de los precios de las gasolinas debe representar “un avance en el fortalecimiento del marco macroeconómico”. En este sentido, “la liberalización en los precios de las gasolinas debería significar un avance en el fortalecimiento del marco macroeconómico del país por la reducción que representa de las vulnerabilidades de las finanzas públicas, dado que no es sostenible mantener precios públicos desalineados de su referencia internacional. Una postura fiscal sólida es esencial para fortalecer el marco macroeconómico y coadyuva a reducir la percepción de riesgo en la economía, creándose un entorno más propicio para el crecimiento y la estabilidad de precios”, precisó. Como quiera que sea, la economía mexicana ha presentado un deterioro, al grado de impactar en la confianza de los empresarios y los consumidores mexicanos. Según el instituto central, la economía mexicana continuó registrando una reactivación en el cuarto trimestre de 2016, si bien a un menor ritmo que en el trimestre previo. En particular, la demanda externa siguió exhibiendo una mejoría, a la vez que el consumo privado preservó una trayectoria positiva. No obstante, persistió el débil desempeño de la inversión. En este contexto, siguen sin presentarse presiones significativas provenientes de la demanda agregada sobre el nivel general de precios. Acotó: “Ante los recientes anuncios de intención de políticas por parte de la nueva administración de Estados Unidos, ha surgido la posibilidad de que efectivamente se implementen medidas que en algún grado podrían obstaculizar su relación con México. Este escenario ha influido ya en la confianza de los consumidores y empresas, en la inversión extranjera directa y en los flujos de remesas hacia el país. Se considera que el balance de riesgos para el crecimiento siguió deteriorándose”.

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