"Jarocho Power", el movimiento sonero

miércoles, 22 de febrero de 2017 · 18:48
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con la finalidad de potencializar lo alcanzado a lo largo de sus carreras, los grupos de son jarocho: Los Cojolites, Sonex, Los Aguas Aguas y Son de Madera, así como los productores estadunidenses Greg Landau y Quetzal Flores, han creado un escaparate conjunto en el que la tradición y el vigor de la nueva generación se unen para llevar al género aún más lejos en el movimiento que han denominado “Jarocho Power”. En una sociedad como la veracruzana, que en los últimos tiempos ha sufrido grandes embates económicos y sociales, y en la que la decadencia y el olvido por su cultura es más que evidente, la unión es la herramienta que ha ayudado a sobrellevar las tribulaciones. Sin olvidar la tradición y los orígenes de su música, los grupos apuestan por llevar a un nivel más “profesionalizado” el desarrollo de los nuevos talentos, al querer apoyarlos y darles el conocimiento y oportunidad de plasmar sus ideas en un estudio de grabación y la edición de dichos materiales además de publicitarlos de manera efectiva, como comenta Ricardo Perry de Los Cojolites: “Implementaremos estrategias que permitan el desarrollo musical de los grupos de son jarocho, que en su mayoría son de la nueva generación, y cultural de nuestro género. En este sentido, impartir talleres y clínicas tratando de que el camino sea más fácil para las nuevas generaciones, entender la dinámica de las grabaciones en estudio y su proyección. ‘Jarocho Power’ pretender ser un movimiento cultural que sirva de motor a la cultura popular de Veracruz”. Al denominar al movimiento “Jarocho Power” así, en inglés, pretenden que su marca, como ellos mismos la definen, sea conocida a nivel internacional. Aquí entra ese viejo debate entre los defensores de la tradición y el son de rancho con aquellos que se dedican al son de escenario, como es el caso de los integrantes de este movimiento. Dice Perry: “’Jarocho Power’ no está solamente para potencializar la música en los escenarios, sino que queremos dejar claro que nos interesa la educación musical de los jóvenes y también la continuidad de la música de fandango o huapango, que es la base de nuestra música. Todos los involucrados estamos inmersos en la enseñanza y en la conservación de nuestra cultura, diariamente trabajamos en la conservación de nuestra historia con el compromiso que ello implica, el de conservar nuestra costumbres y tradiciones culturales”. Aun así, con esa creciente atención a ésta música a nivel internacional, muchos jóvenes han malinterpretado la finalidad de ser un músico de son y sienten que tocando este género pueden alcanzar cierto nivel de notoriedad o “fama”. “El camino no es sencillo. Los Cojolites y Son de Madera ya tienen más de dos décadas de estar talachando para llegar a ocupar el lugar que hoy tienen en el escenario nacional. Pero en general, gracias a la labor de los pioneros del Movimiento Jaranero, el mundo conoce al son jarocho, ha crecido por todos lados, está en los grandes festivales del país y del mundo y al mismo tiempo, hay un sin fin de músicos jaraneros jóvenes comprometidos en la constante de realizar fandangos y trabajos de enseñanza a los interesados en aprender.”

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