Los emperadores del futbol están desnudos

domingo, 26 de marzo de 2017 · 10:01
La noticia tuvo resonancia internacional: los árbitros mexicanos se fueron a huelga en protesta por un par de sanciones tibias contra dos jugadores que los agredieron. El hecho exhibe a los dueños de los equipos, que se burlan de sus propios reglamentos, pero también evidencia las taras del arbitraje mexicano: la grilla de los líderes lo mantiene en la mediocridad, existe la desunión, campea el capricho e impera la búsqueda de dinero, no de mejoras y competitividad. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El viernes 10 ocurrió lo inu­sitado en el futbol nacional: la Asociación Mexicana de Árbitros (AMA) se negó a pitar la jornada 10 del torneo Clausura 2017 de la Liga Mx en respuesta a los tibios castigos impuestos a los jugadores Pablo Aguilar y Enrique Triverio, quienes agredieron a sendos silbantes. Con este paro, los árbitros causaron una pérdida millonaria a la industria futbolística, gracias a lo cual consiguieron que todas sus exigencias fueran cumplidas y evidenciaron a los jerarcas de la Femexfut, incluido el responsable de la Comisión de Arbitraje, Héctor González Iñárritu, quien sabía de la inminente rebelión porque fue avisado de manera verbal y por escrito de la inconformidad creciente. Sin embargo, al igual que Decio de María –presidente del organismo– y Enrique Bonilla, titular de la Liga Mx, Héctor González no tuvo capacidad de reacción. Al final, la Femexfut aceptó incrementar las sanciones a los jugadores. “La AMA ya tenía tiempo amagando con paralizar el torneo, al menos desde 2006. Y la Femexfut debió haber sabido que era una situación muy arriesgada no aplicar correctamente el reglamento”, acusa el exárbitro mundialista y exdirector del área técnica de la Comisión de Arbitraje Edgardo Codesal, para quien la federación subestimó lo que los silbantes son capaces de hacer. En entrevista con Proceso, apunta que en este episodio “falló la Femexfut y la gente de la Comisión Disciplinaria. En consecuencia, los árbitros, a sabiendas del peso que tiene suspender un torneo, aprovecharon la circunstancia para hacerse oír”. El precedente En el verano de 2014, los líderes del gremio arbitral, Paul Delgadillo, Luis Enrique Santander, Roberto García Orozco y el asistente José Luis Camargo –los llamados “Cuatro Fantásticos”– reactivaron la extinta asociación de silbantes. Ese año encabezaron un movimiento que amagó con desatar la huelga en la última jornada del torneo si la Femexfut no les cumplía un pliego petitorio. Entre otras cosas, exigieron entrenarse en sus respectivas localidades (y no tener que trasladarse a la Ciudad de México), independencia de la Comisión de Árbitros de la Liga Mx, salario base superior a los 15 mil pesos, seguro de gastos médicos mayores y un seguro de desempleo. Codesal –famoso por haber expulsado a Diego Armando Maradona en la final entre Argentina y Alemania en el Mundial de Italia 90 y haber decretado un polémico penal que le dio el campeonato a los teutones– fungió como mediador del conflicto entre la Femexfut y la AMA, a petición de ambas partes. El exsilbante recuerda que por un momento el diálogo se rompió. “Los árbitros se pararon y se fueron. Ya habían decidido irse a la huelga. Los alcancé en el estacionamiento y a los principales líderes de la asociación les hice ver que si pretendían lograr cosas no cabía la fuerza, que para alcanzar objetivos se necesita dialogar. Los hice regresar y lograron prácticamente los 14 puntos que traían en cartera. “Después, los árbitros y el presidente de la Femexfut, Justino Compeán, me pidieron que me hiciera cargo del área técnica de la Comisión de Arbitraje. Esa fue la historia. Lo que pasó después ya es otro boleto.” ¿Y qué pasó después? El árbitro Roberto García Orozco y el asistente José Luis Camargo fueron designados para pitar en la Copa América Chile 2015, que organiza la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol). García Orozco y Camargo, que representan a la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Futbol (Concacaf), “asistieron en condición de invitados, pero hicieron movimientos para que se les pagara más, amenazando con parar el torneo”, denuncia Codesal. Antes, García Orozco y Camargo habían asistido a la Copa Oro, “y también amenazaron a la Concacaf con pararle el torneo si no les pagaban más. Incluso hicieron que no viajara la primera cuarteta arbitral al certamen, situación que molestó demasiado a la Concacaf. Si todo esto llegó a oídos de la FIFA, imagínese, ¿cómo los van a estar mirando ahora?”. Codesal cuenta otro momento de tensión ocurrido con los mismos nazarenos en la Copa América Centenario 2016, realizada en Estados Unidos: “Los directivos de la Conmebol fueron a preguntarme: ‘¿Los silbantes mexicanos vienen tranquilos o con ánimos de hacer un movimiento de huelga?’. De inmediato les advertí a Roberto y a José Luis: ‘Aguas por lo que me acaban de decir. Si vienen para hacer un movimiento, díganmelo ahora, porque entonces todos se van y llegarán otros árbitros’. También les hice ver que los altos directivos ya los estaban observando de otra manera y que tuvieran mucho cuidado. “Nada más quiero ver si en plena Copa del Mundo y con todas las autoridades de la FIFA van a hacer un movimiento para que se les pague más o no van a arbitrar el partido inaugural. Ahí sí me quitaría el sombrero. Quiero ver quién tiene los tamaños para hacer eso.” –¿A García Orozco y a Camargo sólo los mueve el interés económico?; ¿asisten con el ánimo de golpear la competencia? –se le pregunta. –Me lo dijo el propio Paul Delgadillo, quien es uno de los líderes más cercanos: “Hace dos años con Camargo llegamos a alzar la voz muy fuerte porque sólo es: ‘Más dinero, más dinero, más dinero. Hay que sacar más’. Oiga, no todo es dinero”. Después fueron con Héctor González Iñárritu, y todos los días eran peticiones y más peticiones: “No queremos esto, queremos los tiempos más light, no nos gusta lo otro”. Codesal continúa: “Les dije: ‘¿Alguna vez van a pedir: queremos un poco más de entrenamiento, más sesiones técnicas… Eso no lo he oído nunca de ustedes. Así no se puede, esto no funciona así’. Eso bastó para que nunca más les cayera bien”. En el torneo Apertura 2006, los árbitros ya habían amenazado con parar la última jornada si la Femexfut no atendía sus peticiones. Armando Archundia, silbante mundialista en Alemania 2006, encabezó el levantamiento para exigir la inmediata destitución del entonces titular de la Comisión de Arbitraje, Aarón Padilla, designado en septiembre de ese año. Los árbitros argumentaron la inexperiencia de Padilla en el medio. Pedían además dejar de usar computadoras para seleccionar a quienes pitarían en la liga. Un manotazo del titular de la Femexfut, Justino Compeán, acabó con la inconformidad, y dos años después el directivo encaró al silbante Hugo León Guajardo después de que se atreviera a solicitar una mejora salarial: “Mientras yo siga como presidente, el señor Padilla va a ser el responsable del arbitraje. ¿Quiere usted arbitrar? ¡Pues entonces siéntese!”. En ese momento, los líderes del movimiento recularon y se quebró la unidad del grupo arbitral. Pero el desplante de Justino persistió como un profundo agravio para los integrantes de la AMA, quienes el viernes 10 se cobraron la afrenta. Juego de sanciones Inicialmente, la Comisión Disciplinaria de la Femexfut determinó castigar con 10 partidos de suspensión al americanista Pablo Aguilar y con ocho al argentino Enrique Triverio, del Toluca, por “intento de agresión” a los árbitros Fernando Hernández y Miguel Ángel Flores durante los juegos de los octavos de final de la Copa Mx, cuando se enfrentaron a Xolos de Tijuana y Morelia, respectivamente. Pero los silbantes de la AMA exigieron un año de castigo como mínimo para los agresores, como lo establece el Reglamento de Sanciones. Y anunciaron que no pitarían los juegos de la jornada 10 en señal de protesta. El domingo 12, 11 de los representantes de los 18 equipos de la Liga Mx se reunieron con carácter de urgente en la sede de la Femexfut, en Toluca, para tomar las medidas pertinentes. Después de deliberar por más de dos horas, los directivos determinaron revisar nuevamente los castigos de los jugadores involucrados. Al día siguiente, la Femexfut anunció que daría un año de sanción a Aguilar y a Triverio y una multa de 26 mil 500 pesos a cada uno “por haber infringido el artículo 18, inciso N del Reglamento de Sanciones”. Aunque se trata de distintas situaciones, Aguilar y Triverio –quien en las imágenes parece tocar fuertemente al silbante, a diferencia de la franca agresión del jugador americanista– fueron juzgados de la misma forma y, por consiguiente, ambos deben pagar la misma pena. “Los procesos institucionales así son en México. En cualquier federación, las comisiones y sus miembros son independientes, a veces coinciden en sus decisiones”, justificó Decio de María en conferencia de prensa el lunes 13, tras dar a conocer los nuevos correctivos. El jueves 16, el presidente de la liga española de futbol, Javier Tebas, advirtió que si la Femexfut se equivocó la primera vez en la aplicación del Reglamento y “si a través de una huelga se consigue todo eso, entonces que se prepare el futbol mexicano porque va a tener un montón de huelgas”, declaró al portal As USA. Para Codesal, la Comisión Disciplinaria no midió con el mismo rasero. “A Triverio se lo llevaron entre las patas, ya que su falta no fue tan grave como la de Aguilar, quien ameritaba un año de sanción sin lugar a dudas”. El exárbitro, en suma, respalda el paro de labores. Pero pone en evidencia a la AMA, al acusar que no todos sus integrantes están de acuerdo con muchas de las decisiones que ahí se toman. “Sí están unidos, pero entre ellos hay mucha discrepancia, como lo confirma un exárbitro que fue dado de baja. Muchos de los jóvenes manifiestan en corto que un grupo de compañeros les ponen un dedo en la cara: ‘¿Con quién estás? Nosotros logramos…’, y varios muchachos votan por temor a que pueda pasarles algo. La clave sería el voto secreto. Ahí veremos qué tan unidos están o no. “Tres o cuatro de los líderes hicieron todos los movimientos para tomar fuerza, y algunos de ellos están más agarrados a eso que al propio arbitraje, pues no pasan las pruebas físicas o simplemente no pueden más.” En la primera semana de marzo se dio a conocer que dos de los líderes de la AMA, Roberto García Orozco y Paul Delgadillo, ambos con gafete de FIFA, seguirán sin pitar en el torneo Clausura 2017. El motivo: no superaron los exámenes físicos en la última oportunidad. En el presente torneo, Delgadillo sólo ha tenido actividad en tres partidos (en las jornadas 3, 4 y 5). Y García Orozco continúa en la banca. Marco Ortiz, en cambio, lleva ocho juegos pitados, y Luis Santander, siete. En la más reciente prueba física para los árbitros, Miguel Ángel Chacón abandonó por lesión, mientras que García Orozco y Delgadillo dejaron la prueba como acción preventiva. Ambos se reponen de lesiones. Roberto García se lastimó en diciembre pasado, lo que le impidió pitar la final de la Copa Mundial de Clubes Japón 2016. –¿Cuál es el trasfondo de todo esto? –se le inquiere a Codesal. –Tener poder, considero… Tampoco es la primera vez que la Femexfut ha cedido ante las condiciones del movimiento arbitral, como ocurrió cuando Rafael Mancilla fue despedido de la Comisión de Arbitraje para que llegara Edgardo Codesal, quien a su vez fue cesado en enero pasado. Codesal apunta: “Nada más que estos líderes de la AMA me digan por qué no pasan las pruebas: porque aquí hay que entrenarse todos los días. Esa es la clave. Hoy el futbol es de gran exigencia física y el árbitro es el que más corre dentro de la cancha. No les gustó que les pidiera mayor preparación, por lo que pidieron mi salida”. Los cabecillas de la AMA se negaron a dar declaraciones. Esta asociación civil está integrada por 700 silbantes de todas las divisiones profesionales y despacha en una modesta oficina, en el Callejón de José Apolinar Nieto, en la delegación Coyoacán. El exárbitro mundialista Gilberto Alcalá aplaude la determinación de sus compañeros. Lo importante, afirma, es que los silbantes que “no eran bien vistos, hoy se unen, y eso es lo más provechoso: hoy a la vista de todos pidieron que se cumpliera el Reglamento de Sanciones de la Comisión Disciplinaria, porque cuando un árbitro consigna que es agredido por un jugador, el castigo es de un año. Lo han hecho con mucha dignidad: parar una liga como la mexicana fue una noticia que dio la vuelta al mundo simplemente por pedir lo justo. Los compañeros consiguieron su objetivo, y ojalá lo entiendan así los directivos para tomar en cuenta a todos los que participan en un partido de futbol. No sé si los directivos perdieron credibilidad, aunque sí fueron exhibidos”. Este reportaje se publicó en la edición 2107 de la revista Proceso del 19 de marzo de 2017.

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