Mexicanos deportados pueden trabajar en maquiladoras: edil de Tijuana

lunes, 27 de marzo de 2017 · 19:58
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En Tijuana, Baja California y la zona fronteriza en general, el fenómeno de la deportación es un problema de años, “pero mister Obama no lo cacareaba como mister Trump”, declaró Juan Manuel Gastélum, quien asumió la presidencia municipal de esta ciudad el pasado 30 de noviembre, propuesto por el PAN. El político recordó que los cerca de 90 mexicanos deportados todos los días a Tijuana llegan “destrozados”, pero aseguró que existen oportunidades de trabajo en las maquilas de la región, las cuales “necesitan mano de obra”. Las empresas que operan las maquilas pagan un salario de mil 300 pesos semanales, “con todos los bonos de puntualidad”, precisó Gastélum a Apro, y acotó: “No es lo mejor que pudiera ser, pero no menos es cierto que es un elemento casi suficiente para tener una forma de vida decorosa”, dijo. El alcalde de Tijuana reconoció que existe un problema de cupo en los albergues para migrantes de la ciudad, debido a la permanencia de los miles de ciudadanos haitianos que llegaron a la frontera con la esperanza de cruzar a Estados Unidos y a la población mexicana deportada de Estados Unidos. “Las personas que atienden los albergues están hasta el tope, ya no aguantan”, declaró y añadió que el Instituto Nacional de Migración (INM) implementó “la posibilidad de que (los haitianos) empiecen a trabajar”. Durante una conferencia de prensa organizada en el marco de una reunión de la Cámara Regional de San Diego en un lujoso hotel de la Ciudad de México, Gastélum y Kevi Faulconer, alcalde de San Diego, reiteraron la importancia de las sinergias entre ambas ciudades e insistieron en los beneficios del comercio en California. Faulconer recordó que el crecimiento económico de la región se encuentra en una buena dinámica debido a la relación comercial de las ciudades fronterizas. Sostuvo que “la manera en la que hacemos negocios podría ser un modelo” en la nueva relación entre México y Estados Unidos. Gastélum aseveró que él respeta “mucho” la política migratoria de Estados Unidos, y añadió que “es su derecho construir una barda de mil kilómetros, es su país”. La responsabilidad de los gobiernos en México, añadió, consiste en “crear espacios para que nuestros connacionales no se vayan”. Del otro lado de la frontera, el consulado general de México recibió 500 mil dólares extras este año para reforzar la atención a los connacionales, dijo a Apro Marcela Celorio, cónsul general. “Incrementamos las horas de atención por parte de nuestros abogados consultores”, aseveró y precisó que los servicios consulares dan una atención particular a los casos “de alta visibilidad” que puedan derivar en jurisprudencias y servir a un mayor número de migrantes.

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