CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los consejeros Beatriz Galindo, Arturo Sánchez y Javier Santiago recibieron la despedida por parte del Consejo General del INE, ya que culminarán sus gestiones el lunes 3 de abril. Sánchez Gutiérrez hizo una reseña de su paso por el INE, desde que fue director de Prerrogativas y Partidos Políticos del entonces IFE, hasta consejero electoral, y luego refrendó su compromiso con la institucionalidad más allá de los méritos personales. “A mí me tocó ser parte de un gran equipo, nada de mi trabajo sería posible sin el concurso de todos. Aquí no hay méritos individuales, en la fuerza de la institucionalidad está el éxito conjunto. La institución es trascendente por la fuerza de sus personas, pero la institución está por encima de las posiciones individuales, incluso de nuestras ideologías o tendencias; las personas pasan, la institución queda”, dijo. Luego agregó que fue este principio de institucionalidad su guía de comportamiento como funcionario. “En todo momento y en cada decisión tomada fue mi convicción fortalecer al INE y sentirme miembro de una gran institución”. Galindo Centeno dijo que en la institución no se puede resolver un asunto o emitir un acuerdo sustentado únicamente en argumentos políticos, por un mero contexto social o para enviar un mensaje a la ciudadanía. “Es mi convicción, puesto que este órgano está llamado a velar por la exacta aplicación de la ley, por la expansión de derechos político-electorales y desarrollo periódico de las elecciones, pero nunca para legitimaciones personales que no suman a una institución que se debe eminentemente a la ciudadanía”, mencionó. También refrendó que “la democracia no significa nada sin una ciudadanía activa, de ahí la necesidad de escucharla; no significa nada sin instituciones sólidas y comprometidas que tutelen los derechos político-electorales de la ciudadanía, de ahí la necesidad de fortalecerla”. Santiago Castillo calificó como intensos y muy demandantes en lo intelectual, pero además, humanamente enriquecedores, sus tres años como consejero electoral. “Estoy cierto que las instituciones no se transforman por ensalmo ni de modos espectaculares, sino que en la perseverante acción de todos los que aplican lo mejor de sí mismos para hacer realidad la misión y visión que tenemos trazadas, para llevarlas del papel a la realidad cotidiana”, indicó. Además acotó: “Espero haber contribuido a que el INE logre adentrarse con éxito a las espesuras de los técnicamente complejos y políticamente encendidos tiempos que representa la elección de 2018”, y afirmó que como funcionario electoral aprendió a que la brújula de su conducta fuera la imparcialidad.