CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens aseguró que el gobierno federal “aprendió la lección” en el manejo de la deuda, así como en la elaboración de los pronósticos económicos incluidos en los Criterios de Política Económica. Al comparecer ante la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado de la República, el encargado de la política monetaria soltó: “Yo sí veo un cambio muy importante de actitud en el gobierno federal desde hace ya quizá dos años. Sí hay una conciencia mucho mayor de que el desempeño del saldo histórico de los requerimientos financieros no ha sido el adecuado; y bueno, yo creo que el gobierno ha actuado en consecuencia”. A prácticamente una semana de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó sus Pre-Criterios de Política Económica, en los que estima un rango de crecimiento de entre 1.3 y 2.3%; una inflación anual de 4.9% y un precio promedio anual de la mezcla mexicana de exportación de petróleo de 42 dólares por barril (dpb) con una producción de petróleo ubicada en los mil 947 miles de barriles diarios para el presente año; Carstens señaló: “Entonces, yo sí pienso que, por decir así, como que se aprendió la lección de los nuevos años y los dos últimos presupuestos creo que se han formulado con bases mucho más realistas… Yo creo que también un poco ante la realización de que una vez echado a andar el barco, hacer ajustes a la mitad del camino es bien complicado”. En las instalaciones del Senado, el gobernador del banco central aseguró que “yo creo que salir con supuestos macroeconómicos sólidos, realistas, creo que al final del día es adecuado y mi percepción muy personal es de que hay Pre- Criterios que están –yo diría— en el ámbito de lo razonable”. Carstens señaló que “no hay una diferencia tan grande” entre los pronósticos y mencionó que en términos de intervalo es el mismo entre la SHCP y el Banxico, cuando en el pasado, eran mucho mayores. Eso sí, Carstens, quien en noviembre próximo dejará el Banco de México para asumir la gerencia general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), no se confió y lanzó el mensaje a Hacienda respecto al manejo de la deuda para los próximos meses y años. “Ahora, con eso también quiero decir que sin duda, como decimos, sí es muy importante que se sigan consolidando las finanzas públicas. Yo creo que el saldo histórico que tenemos es alto. Sería mucho mejor que vaya reduciéndose gradualmente, sobre todo porque si uno ve hacia adelante, nos vamos a ir moviendo poco a poco a un ámbito de menor liquidez internacional”, dijo. Ante los senadores, explicó que lo anterior es indispensable luego de que la Reserva Federal ya inició desde el 2005, a finales del 2015, a salirse de “una situación hiperagresiva” en materia monetaria, con tasa cero a tasas cada vez más altas. “Seguramente durante este año en algún momento el Banco Central Europeo hará lo mismo y quizá un poco más tarde el Banco Central de Japón”, advirtió. En otras palabras, para el exsecretario de Hacienda y Crédito Público en la administración de Felipe Calderón, este momento de gran liquidez internacional va a ir cambiando y la accesibilidad al crédito va a ser más difícil y más caro. Entonces, recomendó, es oportuno que hacia adelante se siga con este esfuerzo de consolidación de las fianzas públicas. Trump cambió estrategia del Banxico Agustín Carstens reconoció que el Banxico tuvo que cambiar la estrategia para intervenir en el mercado cambiario y en lo que va del año prácticamente “no ha metido las manos”. Sin embargo, hubo un episodio en enero de este año, en el que vendió 2 mil millones de dólares en mercado cuando el tipo de cambio estaba a niveles bastante altos. El banquero central fue claro en cómo la institución a su cargo cambió el rumbo en su estrategia para aminorar la volatilidad del peso. “Pero lo voy a decir así de manera muy llana, con dos tuits, que ya sabemos de quién (Donald Trump), el efecto se desvaneció… Entonces de ahí fue precisamente donde pensamos que en vez de usar, digamos, moneda dura, dólares, pues sería mejor movernos a un esquema en el cual habría posibilidades de ofrecer cobertura sin quemar parque”. Fue el pasado seis de marzo cuando el Banxico subastó sus primeras coberturas cambiarias. Cosa que no dejó muy convencido a los senadores quienes cuestionaron la demora del Banco de México. Carstens, tranquilo, respondió que era cuestión de timing: “Aquí hay que encontrar, por decir así, como se dice en inglés, el timing adecuado, porque también, por ejemplo, si uno saca un mecanismo de intervención cuando las cosas están tranquilas, pues muchas veces el mercado se podrá preguntar o la sociedad se podría preguntar qué estás viendo tú que yo no estoy viendo para que saques esto. O sea, por qué se están curando tanto en salud”, señaló. Para el economista, el timing fue el correcto, en el sentido de que el peso ya se estaba reponiendo, todavía había incertidumbre y había cuestionamientos sobre el uso de las herramientas que tenía el Banco de México. “Entonces yo creo que la razón fue esa, de que crecer muy anticipatorio en ampliar las gamas, pues también podrían generar cuestiones en sí mismas que no fueran conducentes a una mayor estabilización y creo que el timing ahora sí que fue el adecuado para que coadyuvara a la apreciación y la estabilización del mercado cambiario”, lanzó a los legisladores. Nos preparamos para la apreciación del peso De acuerdo con Carstens, el Banco de México nunca ha tenido reservas tan grandes y nunca ha tenido un capital tan grande como la utilidad de poco más de 500 mil millones de pesos, derivados de los movimientos en el tipo de cambio, de los cuales, 321.6 mil millones fueron entregados al gobierno federal. “La utilidad que tuvimos fue de más de 500 mil millones de pesos, el Banco de México por ley tiene la facultad de hacer reservas, porque el tipo de cambio también se puede apreciar, como ya se apreció, y eso obviamente le genera en el margen pérdidas al Banco. Hicimos más de 200 mil millones de pesos de reservas”, señaló el gobernador del Banxico. Remató: “Entonces sí nos preparamos para la apreciación y creo que esa fue una medida bastante acertada del Banco. El Banco de México nunca ha tenido reservas tan grandes y nunca ha tenido un capital tan grande; con lo cual se quiere decir claramente que lo que le transferimos al gobierno federal fue un monto sustancialmente menor a las utilidades que tuvimos”. De acuerdo con Carstens, de los 321.6 mil millones de pesos entregados a la SHCP, el 70% se tiene que dedicar a disminuir deuda y el otro 30% a fortalecer la situación financiera del gobierno federal. Aclaró: “No son recursos de libre disponibilidad y creo que hacen todo el sentido del mundo, porque también una parte importante de este fenómeno se crea por el hecho de que no se consolida el balance del gobierno federal con el del Banco de México. Obviamente el Banco es una institución autónoma y por eso no se debe de consolidar, pero si lo vemos desde un punto de vista de las entidades de todo el Estado mexicano, sin duda el Banco de México es parte del Estado mexicano y sin duda el gobierno federal también”.