Miles protestan frente a la Casa Blanca contra política antimigratoria de Trump

lunes, 1 de mayo de 2017 · 18:41
WASHINGTON (apro).- Unas tres mil personas se dieron cita frente a la Casa Blanca para, en representación de la comunidad de inmigrantes indocumentados, expresar su repudio a la políticas antimigratorias del presidente Donald Trump. Como parte de la campaña del llamado “Paro Nacional”, los manifestantes en la capital estadunidense, en su gran mayoría inmigrantes, no acudieron a sus empleos, aun con el riesgo de ser despedidos y para enviarle el mensaje al magnate de que no son criminales, violadores ni, mucho menos, narcotraficantes. Con pancartas con distintos mensajes y coros como: “¡Queremos Justicia!”, “¡Deporten a Trump!”, “¡Aquí estamos y no nos vamos!”, “¡No somos criminales, somos trabajadores!”, los miles de manifestantes recorrieron la avenida Connecticut, en el mero corazón de Washington, desde el parque DuPont Circle hasta la avenida Pensilvania, para postrarse frente a la Casa Blanca. De manera ordenada y siempre bajo la mirada atenta de decenas de policías del Distrito de Columbia y del Servicio Secreto, la manifestación migratoria en Washington replicó a las otras que se llevaron a cabo este 1 de mayo, en unas 250 ciudades de la Unión Americana. Es casi imposible calcular el efecto de este llamado “Paro Nacional” de la comunidad inmigrante sobre la economía estadunidense. Pero la voz de quienes salieron a las calles, aunque no fue escuchada por Trump, demostró que encuentran solidaridad entre muchos de los estadunidenses. Durante el recorrido de unos dos kilómetros, en la manifestación se pudo palpar un crisol racial. Anglosajones, afroamericanos y asiáticos se unieron a los latinos para agigantar las voces de rechazo a las acciones migratorias del presidente Trump.[caption id="attachment_484609" align="aligncenter" width="702"]El repudio contra Trump en la Casa Blanca. Foto: J. Jesús Esquivel El repudio contra Trump en la Casa Blanca. Foto: J. Jesús Esquivel[/caption] “La gente tiene miedo” Sin embargo, no todos los inmigrantes, residentes legales o indocumentados se cohesionaron este 1 de mayo para el “Paro Nacional”. Aun cuando el presidente no ha logrado instrumentar del todo sus políticas migratorias por la intervención de las cortes federales y del Congreso federal de su propio país que no le autorizó, por ahora, los fondos que quería para iniciar la construcción de un muro en la frontera con México, sí ha logrado aterrorizar a los inmigrantes, especialmente a los indocumentados. La poca presencia de inmigrantes en la manifestación de este lunes de “Paro Nacional” demostró que no todas las personas afectadas por la política de Trump optaron por faltar a su trabajo por miedo a ser despedidos. Otros ni siquiera atendieron a la convocatoria ante la posibilidad y el terror a ser fotografiados por la policía y, eventualmente, ser sujetos a acciones migratorias. Las redadas esporádicas que se realizan en distintos puntos de la Unión Americana para ubicar, detener y deportar a inmigrantes indocumentados fueron un impedimento para la efectividad del “Paro Nacional” que pretendían llevar a cabo los organizadores del programa de denuncia contra las acciones migratorias del presidente. La mayoría de negocios y patrones que en solidaridad con los inmigrantes permitieron a sus empleados no trabajar este día son parte de la comunidad migrante de Estados Unidos. Los negocios y empresas latinas fueron los mayormente afectados por el “Paro”. Y aunque miles de inmigrantes no fueron a trabajar, tampoco asistieron a las manifestaciones por temor a las criminalización migratoria propagada por el presidente de Estados Unidos. Incluso, para evitar problemas laborales y contar con mayor asistencia en las marchas, los organizadores del evento citaron a la gente a las 14 horas tiempo local (13 horas tiempo de México), pensando que para ese tiempo muchos ya habrían salido de sus empleos y en el caso de los niños, ya habrían terminado sus clases. No obstante, ni el factor del horario vespertino surtió el efecto que esperaban los organizadores. “Hay miedo. La gente tiene miedo”, dijo a Apro Josefina, inmigrante salvadoreña de 45 años, que trabaja en una tintorería y a quien sus jefes sí le dieron permiso de faltar al trabajo, aunque sin goce de sueldo. “Yo tengo amigos que no pudieron venir porque sus jefes no les dieron permiso, les dijeron que si no iban a trabajar, serían despedidos”, contó Manuel Rojas, inmigrante indocumentado de Chiapas, empleado en un restaurante ubicado a pocas cuadras de la Casa Blanca. “Sí, tengo miedo, pero sería más cobarde si no salgo a gritarle a Trump que yo no soy un criminal y que desde hace 18 años pago impuestos”, subrayó. A diferencia de la manifestación de este 1 de mayo, el pasado sábado 29, justo cuando Trump cumplió 100 días de asumir la Presidencia, unas 200 mil personas se manifestaron en la capital, en una marcha que repudiaba sus políticas ecológicas y en general, a su gobierno.

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