El Partido Verde va ahora contra los delfinarios

domingo, 4 de junio de 2017 · 09:42
Primero fueron los circos –propuesta que fructificó–, pero los Verdes tienen en la mira a los delfinarios, y ya lograron la aprobación de la Cámara de Diputados. Sin embargo, para los especialistas carecen “de la formación y la información y creen que sus conclusiones son mejores que las de profesionales que han dedicado su vida a esto”. Tras la muerte del gorila Bantú, el Partido Verde también promovió una iniciativa sobre los zoológicos. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Ya había conseguido la prohibición de los circos en la Ciudad de México, y ahora el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) logró que se aprobara en la Cámara de Diputados la limitación de los “delfinarios”, a la espera de la última palabra en el Senado… La iniciativa para reducir los delfinarios a 50 años sólo da una opción a la actual generación de mamíferos marinos: procrear una vez más, bajo la idea de una cruzada “contra el maltrato animal”. Atorada a fines del mes pasado en el Senado, es un pendiente para el próximo periodo ordinario de sesiones, de septiembre a diciembre de este año. El dictamen busca reformar el cuarto párrafo del artículo 60 BIS de la Ley General de Vida Silvestre (LGVS), para prohibir la presentació de mamíferos marinos en espectáculos fijos o itinerantes bajo la premisa de evitar el cautiverio y la crueldad. De aprobarse, se aplicaría a 396 ejemplares de mamíferos marinos que se encuentran en cautiverio: 320 delfines, y el resto lobos marinos, manatí antillano y leones marinos que se encuentran en 35 establecimientos en México. Aunque Proceso buscó al diputado Jesús Sesma Suárez y al senador Carlos Puentes Salas –quienes impulsaron el proyecto luego de la trágica muerte del gorila Bantú el año pasado–, a decir del experto Juan Carlos Sánchez-Olmos, especialista en el manejo de fauna silvestre y socio-fundador de la asociación civil Conservación sin Fronteras, ese caso fue aprovechado como bandera electoral por el PVEM. Como se recordará, Bantú –hasta ese momento el único gorila macho de tierras occidentales en el país– falleció en el Zoológico de Chapultepec el 7 de julio (Proceso, 2072). Pero el caso de los “delfinarios” no es la única iniciativa. El Verde emitió otro proyecto impulsado, también en julio pasado, que busca prohibir la exhibición de fauna silvestre en zoológicos y acuarios, solicitando reformar el artículo 78 y 122 de la LGVS. Aunque en diversos medios negó que prohibir los zoológicos era la intención de dicha reforma, ya que buscaba convertirlos en Unidades de Manejo para Conservación de la Vida Silvestre (UMAs) y Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS), estas instancias a la fecha batallan por el escaso presupuesto que tienen. De acuerdo a cifras de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México A. C. (AZCARM), hay un aproximado de 150 mil animales en cautiverio. Pequeña oligarquía Según Sánchez-Olmos, biólogo por la Facultad de Ciencias de la UNAM radicado en Guanajuato, a diferencia de los circos, los zoológicos, delfinarios y acuarios son centros que forman parte de una estretegia de conservación ex situ (fuera de) a nivel internacional, y cuya existencia responde a una formación cultural, educativa y social en la población (Proceso, 2072, “El zoológico de Chapultepec, 126 años”). Dice: “Pero el desconocimiento que tiene el Verde es grande y aún así les parece que pueden resolver prohibiendo, no tienen la formación ni la información. Se les ocurre una idea, como la de los delfinarios, y creen que sus conclusiones son mejores que la de profesionales que han dedicado su vida a esto. “Si fuera un partido honesto y congruente estaría lleno de biólogos, ingenieros agrónomos y forestales, antropólogos, veterinarios, son una pequeña oligarquía y no hay manera de hacerlos entender.” –¿Qué papel debería tomar el Verde? –Al ostentarse como “verde ecologista”, el de emitir propuestas de regularización, porque prohibiendo no se logra nada, lo hemos visto en las últimas décadas. La tendencia de ecologistas mal entendidos es no tocar nada, dejar todo tal cual está, la selva, árboles, pero dejarlo así incluso es un problema, porque la cuestión en realidad es aprovechar la biodiversisdad pero mediante una regularización. “Lo que tiene que hacer un país como el nuestro es aprovechar todas las variables, no sólo atenernos al turismo y el petróleo. Ya vimos con la prohibición de animales en circos que se han muerto miles, porque sólo buscaron prohibir pero nunca resolver lo que pasaría con ellos. Con la prohibición de zoológicos, piden se conviertan en Unidades de Manejo de Vida Silvestre (UMA) y se hagan cargo también de los animales, pero es incongruente, pues las UMA tienen un presupuesto mínimo, todo eso está hecho con fines políticos con miras a la elección de 2018. “Si no pasa una iniciativa (delfinarios, tienen la otra acuarios y zoológicos), es política, pero aun así dudo que pasen. ¿Cómo le van a explicar a Carlos Slim que van a cerrar su acuario de Plaza Carso?” Mientras que para Federico Álvarez del Toro, titular del Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZooMAT), ubicado en Chiapas –único estado del país en el que gobierna el PVEM–, la iniciativa aprobada por el Verde es “romántica”, y requiere un análisis a profundidad, pues dijo que “prohibir es algo torpe”: “El ZooMAT se adelantó siempre a su tiempo y tiene un espacio dentro de una reserva natural (130 hectáreas) donde un animal puede moverse de manera bastante libre, un zoológico no sólo es un lugar de exhibición sino de conservación y resguardo. Así como éste hay otros que ya funcionan de esta manera, no se puede generalizar.” Explica que el zoológico chiapaneco recibe entre 3 mil y 4 mil visitantes en temporada baja y cerca de 7 mil en alta, además de que se mantiene en esencia por un subsidio que le otorga el gobierno estatal, más lo que genera por sí solo. –¿Por qué no está de acuerdo? –Muchas de ellas están hechas detrás del escritorio y no tienen el trabajo de campo. Merecen un análisis a profundidad, porque hay puntos que son ciertos, por ejemplo, ‘el animal perfecto es el que está en libertad’. Sí, pero el urbanismo nos ha obligado a que los delfinarios y zoológicos existan porque hemos disminuido los espacios de vida de los animales y su alimentación escacea, los hemos obligado a huir, y eso ha creado la necesidad de resguardarlos. –¿Qué sería lo ideal? –Es una iniciativa bastante romántica, creo que lo que se tendría que hacer es una normatividad porque cerrar es algo torpe, en el caso de zoológicos no sólo cumplen una función educativa, sino de resguardo y reproducción. Hablaban de convertirlos en ‘santuarios’, el ZooMAT lo es desde un principio, y estoy seguro que muchos otros también. Como el Arca de Noé A decir de Anna Sofía Manzur, directora general de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf) del Estado de México, que incluye el Zoológico de Zacango y del cual dependen 13 parques mexiquenses, lo ideal sería que las autoridades y legisladores buscaran la regularización más allá de la prohibición: “Los que trabajamos en zoológicos modernos y que hacemos conservación llevamos años pidiendo la regulación, creeemos que hay zoológicos muy buenos y que podemos lograr estándares internacionales, hay otros que sin duda no lo hacen y no llevan adecuadamente una norma, pero tampoco hay una obligatoria. Desde 2011 la AZCARM publicó un manual de acreditación y es muy claro si lo sigues al pie de la letra, lamentablemente el manual es sólo una propuesta cuando debería ser una obligación. “Yo invitaría a que se escucharan a expertos que se han dedicado durante toda su vida al cuidado animal… los zoológicos y acuarios funcionamos en la actualidad como una especie de Arca de Noé, si no existiéramos muchas especies tampoco estarían.” Para Estudillo Guerra, director general del aviario El Nido en Iztapaluca, Estado e México –tercero más grande del mundo, con un resguardo de más de 300 especies de aves y considerado oficialmente una UMA–, cuando se conoció el proyecto del “cierre de zoológicos” pensó en la condena automática en la que se encontrarían sus aves: “Subsistimos por el pago del público y los grupos escolares que nos visitan. Como parte del gremio hemos asistido a foros, pero me parece que en el fondo son iniciativas de grupos ajenos que no tienen verdadero conocimiento, pero sí todo el tiempo para cabildear este tipo de protestas inviables. Si se aprobara una como éstas sería como condenar a la extinción a especies que han subsitido por el trabajo de conservación que hacen los zoológicos, como el nuestro. Explica que aunque El Nido surgió a principios de la década de los sesenta, ha sido desde el 2005 que implementaron un programa de concientización y educación al abrir las puertas a los visitantes en general. –Como UMA, ¿han recibido animales? –Una buena cantidad de animales decomizados por Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente), principalmente pericos, los mantenemos, los exhibimos, no podemos hacer más con ellos, intentamos reproducirlos… Aunque hemos hecho programas de reintroducción a sus hábitats, es complicado. Actualmente trabajamos en la reproducción del quetzal, pero para lograr eso tenemos que trabajar con comunidades para que puedan subsitir sin cazarlos. “Estamos trabajando en una comunidad llamada El Rosarito con la idea de declararla Área Natural Protegida Voluntaria, y bajo esa figura acceder a recursos del extranjero porque obtener algo del gobierno es difícil.” –¿Se han pronunciado al respecto? –Como gremio hemos asistido a foros y mediante AZCARM estamos al pendiente, el problema es que estamos metidos en nuestro trabajo y a veces no hay el tiempo. Pero sin pensarlo, más que hablar de prohibición debería ser una regulación, estoy seguro que muchos zoológicos podrían entrar. Además de trabajar en la reproducción del quetzal (mantienen un intercambio con el Dallas World Aquarium, de Texas, Estados Unidos), tienen un programa similar sobre el águila real, el águila elegante, el pavo de cacho o pavón, y la guacamaya serrana. Africam Safari: regular A decir de Frank Carlos Camacho, director general de Africam Safari –considerado por su titular como un ‘parque de conservación de vida silvestre’ aunque en términos legales es un zoológico–, y expresidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México A.C. (AZCARM), él fue uno de los consultados para la elaboración de iniciativa del Verde; creyó que se trataba de una oportunidad para revisar y reinventar los zoológicos: “Es una magnífica oportunidad de revisarnos, de reinventarnos, es una oportunidad de mostrar lo que hace Africam. Y así como hay zoológicos buenos los hay malos, hay que redifinirse, y los malos tienen que mejorar o cerrar.” Comenta que Africam, el primer zoológico del mundo en recibir el estándar de calidad ISO 9000, tiene un aproximado de cinco mil animales entre aves, anfibios, invertebrados, reptiles y mamiferos en 380 hectáreas, y de ellos el 60% están en exhibición, pues el resto requiere de privacidad sobre todo para su reproducción. “En mi postura personal y la de Africam, lo ideal sería que se regule el aspecto de zoológicos porque existe una norma mexicana que rige los criterios pero es más voluntaria. Todos los zoológicos hacen conservación, el de Chapultepec, Africam, y la iniciativa del Verde va en el sentido de que aquellos que no hacen el esfuerzo de conservación se vean obligados a hacerlo, y los que lo hacen bien lo hagan mucho mejor.” Sobre su participación en la iniciativa Verde, dice: “Sin duda mi labor fue orientarles e informar a los legisladores del impacto negativo que tendría el prohibir exhibición de animales, porque cuando pasa una ley sin una gran consulta pública, las afectaciones son para todos.” Este reportaje se publicó en la edición 2117 de la revista Proceso del 28 de mayo de 2017.

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