CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Salir del lugar de origen es siempre complicado, pero regresar, después de un tiempo en el exilio, y tratar de retomar la vida como uno la conocía, puede llegar a ser una misión imposible. La persona que regresa necesariamente será una distinta. Exiliados --obra de James Joyce, de la que recientemente se liberaron los derechos-- cuenta la historia de Richard y Bertha, quienes tras haber pasado un periodo lejos, regresan a casa. De ahí derivarán una serie de enredos y conflictos, donde los personajes se traicionan a sí mismos, cuestionando sus sentimientos, sus posturas ante ciertos eventos o la confianza en los demás. El tema principal es la infidelidad, valor que se ha cuestionado durante mucho tiempo debido a la doble moral con la que se aplica y las dudas que hay respecto a la monogamia como un proceso natural del ser humano. Martín Acosta dirige este texto ya clásico con tintes de actualidad, lo cual lo vuelve vigente y conecta con la sociedad de hoy. Las exquisitas actuaciones de Verónica Merchant, Carmen Mastache, Tenoch Huerta y Pedro de Tavira Egurrola cautivan al espectador, debido al cuidado y la minucia con la que construyen a los personajes tan distintos, desde sus características más evidentes hasta las sutilezas en cada movimiento y en la voz. Los personajes son encantadores y logran crear vínculos con el público que no se ven tan seguido. Llevan el texto como una comedia agridulce, donde la risa esconde temas mucho más serios. El trazo no le teme a nada. Confía tanto en la fuerza de sus intérpretes y en el poder de su montaje, que se toma libertades que no comunes en los cánones teatrales, como el tener largos y repetidos periodos en los que la escena se desarrolla con el actor en primer plano, dando la espalda a gran parte del público. La escenografía es un espacio muy sencillo y tradicional, y sin embargo tiene elementos kitch que resaltan, en especial objetos de color rosa, como una imagen de Jesús, una silla plástica y bases que se mueven entre escenas. Para cada acto los intérpretes giran unos timones conectados a la estructura que hacen que el espacio se transforme. El ser exiliado puede ser una condición física o una actitud. Los personajes de esta puesta regresan de fuera para ser exiliados internamente, y cuando algo se rompe puede que nunca más se logre componer. Es la lucha constante personal entre lo que se cree y lo que se siente. Exiliados se presenta los jueves y viernes a las 20:00 horas, los sábados a las 19:00 horas y los domingos a las 18:00 horas en el Teatro El Granero Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque (Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n). Hasta el 9 de julio.