CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Como un paso inicial para la próxima sucesión del presidente de Cuba, Raúl Castro, el Consejo de Estado del gobierno de la isla acordó convocar a elecciones generales para designar a los delegados a las asambleas municipales y provinciales, así como a los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Según el diario Granma, órgano informativo oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, los comicios para elegir por el término de dos años y medio a los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular se efectuarán el próximo 22 de octubre en primera vuelta y el 29 de octubre, en segunda para aquellas circunscripciones donde ningún candidato obtenga más de 50% de los votos válidos emitidos. La fecha en que se realizarán las elecciones para los delegados a las asambleas provinciales y a los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, que estarán en el cargo cinco años, será dispuesta “en el momento que corresponda”, informó el Granma. Con la realización de estas votaciones inicia el proceso para que la presidencia de la isla mayor de las Antillas deje de estar en manos de los Castro Ruz desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. El actual presidente, Raúl Castro, asumió el poder de manera interina en 2006 en lugar de su hermano Fidel, quien anunció su retiro por cuestiones de salud. Dos años después, fue nombrado por una Asamblea de manera definitiva y reelecto en 2013. Desde entonces, anunció que no aceptaría un tercer mandato. Incluso, aseguró que dejará el poder en febrero del 2018. Sin embargo, permanecerá como secretario del Partido Comunista de Cuba, organismo del que saldrá electo el nuevo presidente. Ello significa que seguirá teniendo poder e injerencia sobre las decisiones que se tomen en la isla. La convocatoria lanzada por el Consejo de Estado ocurre en un momento de suma importancia para Cuba por dos razones: el líder moral de la Revolución Cubana, Fidel Castro, murió el 25 de noviembre de 2016; además de que se ha generado una gran incertidumbre por la nueva etapa en la relación del gobierno cubano con el de Estados Unidos y, específicamente con el de Donald Trump y la mayoría republicana del Congreso. Hacia el interior de la isla, desde 2010 se vive un proceso de reformas económicas impulsadas por el presidente Raúl Castro, además de la apertura hacia las inversiones de capital estadunidense, así como la disminución de restricciones para el turismo de ese país que aún mantiene el bloqueo económico.