Inseguridad, violencia, homicidios y saqueos recrudecen en Baborigame, alertan ONG

lunes, 26 de junio de 2017 · 17:42
CHIHUAHUA, Chih. (apro).- Estigmatizado por ser “el corazón” del Triángulo Dorado del narcotráfico y parte del municipio de Guadalupe y Calvo, el pueblo de Baborigame ha sido víctima de violaciones sistemáticas de derechos humanos, pero en los últimos tiempos éstas “han recrudecido de manera muy alarmante”, advierte una veintena de organizaciones civiles. “Los habitantes viven momentos muy difíciles de inseguridad, violencia, homicidios, enfrentamientos, incendios provocados, saqueos de tiendas y casas, acciones que los han hecho temer que esta situación se siga incrementando”, alertaron las ONG a las autoridades de los tres niveles de gobierno. Baborigame ha sido blanco de luchas simuladas contra el narcotráfico desde la década de los setenta, con la Operación Cóndor. Posteriormente, en los gobiernos del priista Fernando Baeza Meléndez y del panista Francisco Barrio sus residentes sufrieron violaciones de todo tipo por parte de policías estatales y federales, en el primer caso, y de militares en el gobierno del PAN durante la operación Fuerza de Tarea Marte. Las organizaciones civiles, algunas de éstas parte de la Alianza Ciudadana que llevó a Javier Corral a la gubernatura, exigieron a las autoridades de los tres niveles de gobierno medidas necesarias para atender el rezago histórico de la región y de todas las comunidades de la Sierra Tarahumara. “El estado de Chihuahua cuenta con municipios enclavados en la Sierra Tarahumara, donde habita tanto población mestiza como pueblos originarios. Según estadísticas, Guadalupe y Calvo es uno de los municipios con más alto grado de marginación, desigualdad e impunidad”, señalan las ONG en una carta. En ese contexto, la comunidad de Baborigame salió a las calles el miércoles 7 para pedir paz en su tierra. “Les felicitamos por la valentía de manifestarse públicamente en una gran unidad de importantes sectores de esa comunidad, un hecho insólito que demuestra una decisión de trabajar a favor de un cambio de esa realidad compleja que han vivido históricamente. “La marcha por la paz dejó un mensaje claro: esa comunidad está decidida a continuar su lucha por el respeto a su derecho a una vida tranquila, a un mundo de justicia, de igualdad y paz”. Los derechohumanistas en el estado advierten a las autoridades en la misiva que, cuando un pueblo se decide a tomar su propio camino, en una ruta de paz y concordia, le cierra el paso a la penuria económica, al autoritarismo político y a la degradación moral. “Un pueblo que camina y se esfuerza por salir adelante tiene toda nuestra solidaridad. Baborigame y todas las comunidades aledañas no están solas. Sepan que buscaremos la manera de seguirles acompañando y que sientan cercano nuestro apoyo y nuestra presencia”. Luego añaden que la marcha por la paz es un ejercicio que realizaron en su derecho a la manifestación, y recuerdan que fue convocada de manera conjunta con la autoridad local y el Consejo de Buen Gobierno de Baborigame. En la carta las organizaciones reconocen a los habitantes de esa región como un ejemplo de resistencia y trabajo, de lucha por la defensa del territorio y en contra de la tala inmoderada; de lucha por el acceso a derechos básicos para sus comunidades, que por largos años han albergado la esperanza de que sus necesidades sean atendidas por los diferentes órdenes de gobierno.

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