CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Todos tenemos un monstruo dentro de nosotros; un monstruo que, cuando sale, se expresa con un enorme acto destructivo, como ocurre en las películas de Godzilla. Al menos, ocurre con Gloria, el personaje que interpreta Anne Hathaway en la cinta Ella es un monstruo (Colossal, EU-2016). Dirigida por Nacho Vigalondo, esta cinta es una extraña y desafortunada mezcla de comedia, melodrama y fantasía, en donde una chica llamada Gloria vivirá un doloroso viaje para encontrarse a sí misma, el cual involucra a un monstruo y un robot gigante, un excompañero de la primaria y a su ex. Todo comienza con Gloria llegando a su casa con los primeros rayos del sol. Su novio Tim (Dan Stevens) la recibe bastante molesto: a Gloria se le pasaron las copas y se “perdió en la fiesta”, un hábito que ha estado ocurriendo con frecuencia. El susodicho le comenta que ella se encuentra fuera de control y que la quiere mucho, pero que no puede con esa situación. Así que guarda las cosas de su novia en maletas y la echa de la casa. Gloria, sin trabajo y sin casa, regresa al pueblo donde ella creció y se instala en el hogar de sus padres. Es ahí donde se reencuentra con un amigo de su infancia llamado Oscar (Jason Sudeikis), quien la recibe con los brazos abiertos. Oscar es dueño de un bar, lo cual es una tentación para Gloria, quien desea recuperar el control de su vida. Un buen día, después de una borrachera, Gloria despierta con la noticia de que un enorme monstruo, tipo Godzilla, ha aparecido en Seúl (Corea del Sur). Más allá de lo terrible del asunto es que este monstruo está conectado con Gloria, sin mencionar que cerca de ella se esconde un terrible secreto. El planteamiento psicológico de la historia resulta interesante: Si no estamos conscientes de nuestros monstruos internos, podemos hacerle mucho daño a las personas que están a nuestro alrededor. Sin embargo, el desarrollo de la historia es bastante errático, ya que todo comienza en una dirección, y antes de la mitad, la cinta ya tomó otro rumbo. Y para el último tercio, tendremos otro más. Dichos cambios no son vueltas de tuerca en la historia, sino que representan cambios en el argumento que al final sólo confunden. ¿De qué trata la historia? ¿Es de una mujer alcohólica o de una mujer que lucha contra el control de los hombres en su vida? ¿Qué quiere el personaje o hacia a dónde va? ¿Es un melodrama o es una historia de fantasía? En fin… Son preguntas que van surgiendo conforme avanza la historia, mismas que nunca son respondidas. Conforme la historia pierde foco, la estructura de los personajes sufre, es decir, van perdiendo consistencia y se va volviendo más complicado entenderlos e identificarse con ellos. Ella es un monstruo es una historia fallida gracias a la indecisión que mancha la historia.