'Rius” formó el criterio de muchos mexicanos: Helguera, Hernández y Gallut
Por su parte, Hernández enfatiza sin dudarlo que Rius “es el caricaturista más importante de la historia de la caricatura en México”. Detalla: “No sólo fue notable por su trabajo en la ironía política, sino que es el único caricaturista cuyo trabajo ha influido en la vida de varias generaciones de lectores. Se puede hablar de grandes como Naranjo y Abel Quezada, quienes son muy significativos dentro del periodismo gráfico, pero sólo Rius influyó en las costumbres del mexicano. Es decir, muchos nos volvimos ateos, gracias a él, muchos se volvieron vegetarianos o comunistas, gracias a él. Es un fenómeno, difícil si no imposible, que se repita en la historia del periodismo en México. --¿Cuál de sus libros le ha impactado más? --A mí el Manual del perfecto ateo. Lo leí cuando era muy joven. Yo sí, como supongo que miles de gentes, me volví ateo. Recuerdo haber leído antes un ejemplar de Los agachados, donde hablaba sobre el tema, pero cuando leí el Manual… me abrió no sólo la posibilidad de entender el atender, sino lo importante de cuestionar las cosas. Más allá de lo religioso es el hecho de cuestionar una idea establecida. Creo que a lo largo de su trabajo Rius hizo eso: cuestionar todo para poder entenderlo. --¿Era incomodo para la clase gobernante? --Lo fue en un punto importante. Rius ejerció la crítica en un momento en nuestro país en el que era peligroso ejercerla. Bueno, él fue victima de un simulacro de fusilamiento en 1969. El gobierno de Gustavo Díaz Ordaz lo secuestró y se lo llevaron al Nevado de Toluca y le hicieron un simulacro de fusilamiento. Carlos Monsiváis decía que antes había que ser muy valiente para criticar al presidente del país y había que ser muy valiente para defenderlo. Rius fue muy valiente en el momento que era de mucho valor criticar al poder, y no sólo al presidente, sino a los tres grandes intocables de la prensa en México en ese entonces: el presidente, el Ejército y la Virgen de Guadalupe. Para Hernández, Rius “fue el gran cuestionador. Contagió a miles de lectores su curiosidad y su deseo de saber más, de conocer más”. Resalta: “El lugar común es decir que Rius es la segunda Secretaría de Educación Publica en México. La primera es Televisa, la segunda es él y la tres es la SEP. Hace unos años lo acompañé a unas presentaciones de libros en el norte del país, fuimos a Tijuana, Sonora, en fin, y era impresionante después de la presentación de su libro las filas de lectores que durante horas y horas desfilaban para que les autografiara un volumen, y lo sorprendente era lo variopinto de sus lectores, estaban ancianos, señoras, jóvenes, niños y todos fascinados por su trabajo y muy agradecidos con él. Así como muy agradecidos yo creo que estamos todas las últimas generaciones de caricaturistas, quienes le debemos un chorro a Rius”. En su cuenta de Twitter @monerohernández, el caricaturista agradece a su colega con una ilustración quijotesca.El padre de la caricatura mexicana contemporánea. pic.twitter.com/XAdKIAOiMU
— Antonio Helguera (@ahelguera) 8 de agosto de 2017
Rius por Rius En la página oficia rius.com.mx ya hay un moño negro y se aprecia su libro titulado Mis confusiones, editado por Grijalbo en 2014, con el que Rius celebró sus 60 años de monero y 80 de edad. En éste, el autor escribió en el prólogo con humor: “En estos últimos veinte años he trabajado menos, he viajado menos y he follado menos, lo cual es completamente normal para el ser humano”. En este libro reveló aspectos de su vida, nunca escritos ni mencionados: “Capítulos dedicados más a mi vida sentimental y coqueta, a mis viajes, a los colegas, a mis matrimonios y otros chismes que no aparecen en Rius para principiantes”. En los 62 capítulos que componen este libro, habló desde la pobreza ínfima que vivió en su niñez (condición que abandonó por tantos años de trabajo, escribe), hasta el día en que conoció al Che Guevara o a Diego Rivera; su incursión casi fortuita como ilustrador en una pequeña publicación y la más deliberada al medio periodístico nacional en medios como La Jornada, Novedades y Proceso; su amistad y enemistad con sus colegas dibujantes -contemporáneos o no-; sus fobias, aversiones, filias y gustos políticos, culturales y sociales. Los personajes que ha creado y a los que les dio y le han dado vida; sus gustos literarios y musicales; sus fracasos matrimoniales, su método de trabajo y anécdotas editoriales…#GraciasRius pic.twitter.com/vh8baEgBf3
— Hernández (@monerohernandez) 8 de agosto de 2017