El Papa Francisco pide a gobiernos más visados para migrantes y refugiados

lunes, 21 de agosto de 2017 · 14:47
CIUDAD DE MÉXICO (apro).— Con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, el Papa Francisco pidió hoy a todos los gobiernos del mundo que, por cuestiones humanitarias, den buena acogida a todos los migrantes y refugiados que lleguen a sus territorios. En un amplio documento difundido hoy por El Vaticano, el pontífice pide que esta población tan vulnerable tenga un mayor acceso a los visados, se les conceda libertad de movimiento en los países de acogida, accedan a la asistencia sanitaria y educativa, así como a la inserción laboral, entre otros derechos. En su documento, Francisco indica que es “triste” la situación de “tantos emigrantes y refugiados que huyen de las guerras, de las persecuciones, de los desastres naturales y de la pobreza” que padecen en sus países de origen. De ahí que, señala, “las comunidades que los acogen” deben aprender a “amar al otro, al extranjero, como a nosotros mismos”. Indica el Papa: “En ese sentido, sería deseable un compromiso concreto para incrementar y simplificar la concesión de visados por motivos humanitarios y por reunificación familiar”. También pide que, por “respeto a su dignidad”, se les conceda “la libertad de movimiento en los países de acogida, la posibilidad de trabajar y el acceso a los medios de telecomunicación”. Agrega: “El estatus migratorio no debería limitar el acceso a la asistencia sanitaria nacional ni a los sistemas de pensiones, como tampoco a la transferencia de sus contribuciones en el caso de repatriación”. Y sobre el aspecto educativo, señala: “Es preciso evitarles cualquier forma de detención en razón de su estatus migratorio y asegurarles el acceso regular a la educación primaria y secundaria. Igualmente es necesario garantizarles la permanencia regular al cumplir la mayoría de edad y la posibilidad de continuar sus estudios”. Indica el Papa que “el trabajo humano está destinado por su naturaleza a unir a los pueblos”, de ahí que debe haber una “inserción socio-laboral de los emigrantes y refugiados, garantizando a todos –incluidos los que solicitan asilo—la posibilidad de trabajar, cursos formativos lingüísticos y de ciudadanía activa, como también una información adecuada en sus propias lenguas”. El Papa también recalca la “necesidad de favorecer, en cualquier caso, la cultura del encuentro, multiplicando las oportunidades de intercambio cultural, demostrando y defendiendo las ´buenas prácticas´ de integración”. Y concluye: “De acuerdo con su tradición pastoral, la Iglesia está dispuesta a comprometerse en primera persona para que se lleven a cabo todas las iniciativas que se han propuesto más arriba. Sin embargo, para obtener los resultados esperados es imprescindible la contribución de la comunidad política y de la sociedad civil, cada una según sus propias responsabilidades”.

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