CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Dice la obra que a uno le queda mierda en la cabeza, restos de relaciones pasadas. Y que una forma de sacarla en específico es desplazarla y sustituirla con una nueva. Porque cabe mierda, pero no tanta. La historia de la dramaturga tijuanense Bárbara Perrín Rivemar se desarrolla en sus tierras norteñas. Janis, una joven liberada sexualmente, cuenta en retrospectiva la experiencia de su primer amor, el de la prepa, el que la destrozó hasta que quedó poco de ella. El pequeñísimo espacio alberga, bajo la dirección de Manuel Cruz Vivas, a tres actores que nos transportarán a una gran variedad de espacios: cotidianos, decadentes, tristes, bellos o usurpados. Belén Mercado representa de forma potente a Janis (sí, como la cantante Janis Joplin), una joven loca, intensa, sin prejuicios. Pero con un vacío enorme que intenta llenar a base de sexo, indiferencia ante los sentimientos de los otros y una aparente fortaleza. Una careta con la que intenta sobrellevar sus heridas. Las conductas dañinas persiguen a la adolescente, quien quizá es demasiado joven para hacer uso de la libertad que se le ofrece. Plantea un mundo de excesos, dejando la crítica sólo en manos del espectador. Edgar Landa y Emmanuel Lapín, por su lado, encarnan a la gran cantidad de personajes que la rodean, y este último se encarga además de musicalizar en vivo con un teclado. Cantan todos los intérpretes canciones populares de rock en inglés, de las cuales conocen la letra a la perfección. Se emocionan, saltan, gritan. Los vestuarios que describe el texto no siempre corresponden con lo que se ve en escena, y el cambio de éste para representar saltos temporales es poco efectivo. La obra es lo que es y no tiene miedo. Un montaje auténtico y relajado que hace sentir al público -sobre todo al joven- una variedad de emociones. Porque podrá tener en su pasado historias más intensas o más ligeras. Pero todos tienen un primer amor que tarda en olvidarse. Todavía tengo mierda en la cabeza se presenta los lunes a las 20:00 horas en el teatro El Cubo (Granjales Robles 28, colonia Del Valle), hasta el 30 de octubre.