Jarabe de Palo compartió amor a la vida y la música

miércoles, 20 de septiembre de 2017 · 22:43
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un intenso amor a la vida y la música calaron a flor de piel con la presencia del rockero español Pau Donés en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, quien estuvo la noche previa al sismo del martes 19 junto a su banda Jarabe de Palo, en una velada plena de romanticismo. Bajo la intimidad que cobija el foro de avenida Donceles, en el corazón de la capital, Donés se acompañó de Jaime de Burgos (piano de cola y teclados), Jordi Vericat (bajos) y Andrea Amador (chelo). El cuarteto hispano emergió a eso de las 20:41 horas para entrar de lleno con Mucho más, mucho mejor y Dicen, en una velada de sonidos instrumentales que inmediatamente cautivaron al recinto lleno a reventar. Una celebración por los 20 años del surgimiento de Jarabe de Palo, el reciente lanzamiento de la discografía 50 Palos y el quincuagésimo cumpleaños de Pau, fueron el pretexto ideal para retornar a nuestro país, luego haber participado en el pasado Vive Latino. Portando simplemente tenis, jeans y camisa negra, Donés reconoció con sencillez que sus fans mexicanos lo animaron a regresar tras dos años de ausencia de los escenarios, tiempo en que el cantante ha luchando contra el cáncer. Al proclamar que no se debe tener “miedo a la muerte ni a la vida”, compartió Depende, Déjame vivir y Bonito, la cual fue una de las más coreadas por sus seguidores, quienes en su mayoría permanecieron sentados sin por ello dejar de evidenciar sus rostros ensimismados con emociones cubiertas de una mezcla de alegría y cierto halo de tristezas, escuchándose a Donés exclamar profundamente: “¡Bonita la vida!”. De cualquier modo, entre las butacas se percibían los clamores femeninos plenos de lugares comunes: ¡Llévame a dormir contigo!, ¡Papi!, ¡Hazme un hijo!, o ¡Apachurro…!, causando sonrisas y gracia al ídolo ibérico. Hoy no soy yo, Humo, ¡Yep!, Completo incompleto y No te duermas, continuaron el repertorio que tuvo sencillez en la producción de una pantalla central y un juego de luces tenues con atmósferas etéreas que se perdían en el estruendo de chelos, sutiles percusiones y hondos bajeos, a la par de los sonidos del mágico piano de cola. A casi hora y media de espectáculo, Jarabe de Palo entregó Te miro y tiemblo, El lado oscuro, 2 días en la vida y (faltaba más) La Flaca, con la cual parecía que se despedirían; tras un par de minutos surgió nuevamente Donés para dar cerrojazo con Tú me hacías sonreír y Grita, partiendo atrás del entarimado del Teatro de la Ciudad, lugar donde también estaban anunciados los días 20, 21, 22 y 25 de septiembre… hasta que el sismo del 19 al comenzar la tarde arruinó cualquier otra alegría musical aquí, en la alguna vez denominada Ciudad de los Palacios. (Crónica solicitada a César Muñoz Valdez para los lectores de Apro)

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