CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló el fracaso de los gobiernos para proteger a los niños migrantes de la venta y trata, entre otras formas de explotación. Maud de Boer-Buquicchio, relatora especial sobre la venta y explotación sexual de niños, y María Grazia Giammarinaro, relatora especial sobre la trata, denunciaron que los menores que huyen de conflictos y desastres enfrentan altos riesgos de explotación, siendo los no acompañados quienes enfrentan peligros particulares. Por tal motivo, las especialistas señalaron que los Estados deben intensificar su trabajo para proteger a los niños migrantes. “En particular, los Estados deben garantizar que los niños no acompañados y separados se identifiquen, se registren y sean canalizados a sistemas de protección de la infancia. “Todos los niños, incluidos los acompañados por los padres u otros tutores legales, deben ser tratados como titulares de derechos individuales, no como criminales”, expusieron las expertas durante la presentación de un estudio conjunto en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York. De acuerdo con un comunicado de Naciones Unidas, Boer-Buquicchio y Grazia Giammarinaro explicaron que las actuales respuestas de los Estados ante las diversas formas de explotación que enfrentan los niños que huyen de los conflictos y de las crisis humanitarias fueron en gran medida “ineficaces y condujeron a la precariedad”. “La existencia de numerosos casos de explotación sexual de niños, incluso en los campamentos de refugiados y en las instalaciones estatales, es un indicador adicional del fracaso de un sistema que debería protegerles. “Los gobiernos también deben asegurarse que los menores puedan reportar fácilmente el abuso sexual y la explotación, y asegurarse de que aquellos sin familiares sean colocados con guardianes capacitados tan pronto como sea posible”, agregaron. En su informe, las relatoras de la ONU también destacaron la necesidad de fortalecer a quienes trabajan con menores migrantes y refugiados, especialmente en zonas de alto flujo, para capacitarlos en los derechos internacionalmente reconocidos de protección, así como en identificar señales de venta, tráfico y otras formas de explotación.